Capítulo Trece.

13. Aceptación.

Jungkook

Me sienta junto a ella, que no hace nada más que mirarse las manos.

He esperado escucharla decirme algo, no quise hostigarla ni obligarla a que hablemos sobre lo que pasó, pero eso no quita que muera porque me diga lo que piensa. Nunca nos hemos mentido y ahora no sería la excepción.

Respira hondo y voltea hacia mí.

—Lo siento. —dice, sus ojos se cierran unos segundos y vuelve abrirlos— Tú no tenías la culpa, pero me sentí tan enojada y no por ti, sino por ella.

En su mirada puedo descifrar que no se refiere a mi madre sino a Iseul.

—Yo te amo mucho y lo sabes, siempre hemos sido los dos frente a todos. —sostiene mi manos— Soy feliz porque si bien tenía un padre al cual quería mucho, siempre quise que fueras tú.

Aquello me hace inflar el pecho de emoción, de saber que me vio de esa manera y que no me equivocaba.

—Somos tú y yo, Sook, y siempre lo seremos. —sostengo sus mejillas y dejo un beso en su frente.

—No dejes que ella aparezca. No me dejes, tú no. —La vuelvo a mirar y es aquellas palabras de miedo que hace no querer que si en algún momento, ella, llega aparecer la mandaría al mismo infierno con tal que no se acerque a mi hija.

—Jamás voy a dejarte con ella. No sería capaz de hacerlo.

Sook Min me abraza tan fuerte que siento humedad en la camisa del cuello.

—Mamá Myeong fue mala en ocultarlo. —la separo de mi limpiando con mis pulgares sus lágrimas.

Si bien mi madre tuve la necesidad de ocultarme a mi propia hija, no dejaría que Sook tenga una mala imagen de ella, después de todo mamá la cuidó y protegió como su hija, o estuvo sosteniendo ella misma la palabra nieta.

—No Sook, ella tuvo sus motivos, que no justifico, pero que no debió ocultarlas.

—¿La veré? —no dudo en asentir a su pregunta.

—La verás, es tu abuela y la persona que también cuidó mucho de ti.

Asiente y veo el debate que tiene internamente.

—Decir papá no es difícil…—vuelve abrazarme—…lo difícil era no llamarte así.

Eso me hace sonreír.

—Eso hace mucho en mí.

—Eso hace que se te suba el ego. —m
e sonríe.

—Bueno tu estás aportando mucho.

—Entonces hubieras sufrido una semana que no te hablara.

Le jalo un poco de su cabello y ella también lo hace.

Amo a Sook Min, mi hija.

La cargo y ella sonríe aún más. Nos adentramos a la cocina y Sook Min se aprovecha de la situación porque aferrada a mi, me hace preparar la cena. No ha decidido bajarse y tampoco he querido hacerlo.

—Cocinas fatal— deja el plato de avena sobre la mesa.

Y su sonrisa delata lo contrario. Le gusta.
—Pintas fatal. —contraataco y ella se sorprende.

—No te creo. Tienes todos mis pinturas en tu habitación y consultorio.

—Es porqué me da pena verlos por ahí en cualquier rincón de tu habitación.

Ella me da una mirada de “si como no”  y vuelve a meterse la cuchara a la boca.

Nos levantamos de la mesa y Sook pide dormir conmigo, lo cual no me niego. Ambos nos adentramos al baño y nos aseamos hasta que Sook sale de la habitación para cambiarse en la suya y luego volver y meterse en la cama.

Incluso recuerdo la vez que se durmió al medio de SunHee y el mío, y terminó por amanecer bien abrazada a ella. Fue una de mis despertadas que más me gustó.

Camina rápidamente hacia subirse por completo en la cama y esperar a que fuese yo quien termine a su lado.

Ya cambiado ingreso a la cama y Sook se recuesta al lado.

—¿Sabes con quien he estado hablando? —volteo a verla.

—¿Me lo vas a decir?

—Sip.

—Soy todo oídos.

Se sienta a mi lado y la sonrisita que tiene dibujada en rostro es una clara sensación que sea lo que haya estado haciendo, la hace feliz.

—Invité a cenar a YonMi.

Me sobresalto y entrecierro los ojos hacia ella.
—Sook Min. —digo un poco fuerte, sin embargo, eso no parece afectarle.

—¡Qué! —se ríe a mí a costa— es una simple cena.

No lo creo

—¿Con el permiso se quien?

—Del mío.

No digo nada y solo la atraigo hacía mí, dejando un beso en su cabeza acompañadas de cosquillas que la hace reír.

***

Sook se había quedado dormida después de haber jugado en el consultorio de YoonGi junto a YonMi y Taehyung. Tuve que llamar a Yugyeom para que la lleve al departamento y pueda cuidarla, ya que hoy me tocaba guardia con los tres.

Mamá llamó y pidió estar con ella. No me negué y espero que cuando despierte Sook quiera hablar con mi madre.

Aunque algo me dice que Sook también a estado hablando con YonMi sobre todo lo que ha estado pasando; y claro, la cena de hoy. Ayer estaba tan entusiasmada que desde la mañana no paró de hablar.

Camino sosteniendo los dos vasos de café.
Es fin de semana, entonces no tardaría en ser un caos el hospital.

—Desde lejos se notaba que Sook era tu hija. Es igualita a ti, Doctor Jeon. —dice YonMi, con una sonrisa cuando le entrego el vaso de café.

Estamos observando por las ventanas de los pasillos del hospital, con un café en nuestras manos disfrutando de la compañía.

Yo disfruto de su compañía.

—La primera vez que la tuve en mis brazos, sentí como si una parte de mi estuviera con ella. —le digo mientras tomaba un sorbo del café, para luego posar mi mirada en ella.

—Que profundo.—y ahí estaba ella mostrándome esa linda sonrisa.

No dejo de observar sus labios y sé que ella se da cuenta porque deja de sonreír y es ella quien se acerca.

—Entonces…¿Estás de acuerdo sobre la cena qué organizó Sook Min? —pregunta y se detiene.

—No voy a negar que al comienzo me tomó por sorpresa. Pero la idea me gusta. —acaricio su mejilla.

—Eso está bien…—sonríe, pero deja de hacerlo y su mirada vuelve a mis ojos—, ¿Qué es lo que estamos haciendo?
Incluso cuando quiero responder, la voz de Jaebeom interrumpe y con eso mi respuesta queda para otro momento.