Piel morena

21

Me despedí de mi madre y mi padre, y partimos a santa cecilia -anthony, aun creo que no eh expresado lo contenta que estoy, no solo me salvaste si no que me hiciste conocer a mi madre y mis raíces enserio te lo agradezco- le dije abrazándolo -no tienes que agradecer nada, pero enserio no vuelvas a hacer nada como eso, mantente a mi lado no importa que- me pidió sujetando mas mi cuerpo entre sus brazos, sonreí ante sus palabras me sentía mas que bien a su lado era como esa noche que nos conocimos llena de luciérnagas, los arboles que se movían con gentileza y ocultaban nuestra presencia, la luna que ese día se veía tan grande y brillaba con intensidad -te digo que es lo que veo al verte?- me pregunta anthony, asentí con la cabeza pegada a su pecho -recuerdas ese día que fuimos a todos los pueblos? Al verte toda esa alegría desborda de ti y brilla como el sol, siento una calidez que perdí hace tiempo y me divierto contigo, hace tiempo que no me divertía con alguien, todos los amigos que veían a mi solo querían mi riqueza y mi palacio- me comentaba y entonces recordé mi infancia -pues, al principio no creían que yo era humana, alguien que naciera de piel completamente distinta y sin dorarse por el sol era nuevo-  le dije recordando como los niños que ahora son compañeros me hacían bulling -pero mira que lograste cambiar su perspectiva- me dijo alegre, pero no era así -no es cierto...- le dije en voz baja el me miro confundido -... Recuerdo que, un día me lanzaron tomates varios niños diciéndome "carbón" y "demonio" "quemada" estaba mas que triste, aun no sabia combatir y tan solo era una niña completamente sola, papa estaba en el ejercito y aun no conocía a las ancianas entonces ahí conocí a kale estaba jugando con una pelota en un callejón, sus ojos no mostraban sentimientos y después conocí a si madre cassidy, ella era una mujer de muy buen corazón pero ella era mas que pobre, al quedar embarazada de un extranjero sus padres la corrieron y tenia muchos trabajos entre ellos mesera, casera, niñera pero todo a un bajo precio, pero lo que menos le gustaba era trabajar en las calles vendedora, publicitaria, ambulante, promotora hasta que cayo en el prostíbulo, si tenia mas dinero que antes pero odiaba su trabajo pero ella me decía que con solo ver la cara de kale sonreír podía hacer todo- le conté recordándola, anthony me miro con cierta tristeza y tome aire -cuando estaba siendo golpeada por los chicos del norte cassidy me vio y me salvo de ellos, me decía que lo bueno de su trabajo es que conocía a casi todos los hombres de  el reino, hablo con todos y je, recibieron una buena regañada de sus padres, ella me dijo "recuerda, el maquillaje es la pintura de guerra de una mujer cuando vayas a luchar no importa que batalla tienes que llevarlo, así no podrás llorar. si lloras tu maquillaje se estropeara. no importa en que cantidad la apliques te veras horrible... por eso no importa lo que pase no lloraras"- me conté entonces de repente caímos uno arriba del otro sentía su aliento en mi cuello y al vernos al rostro sentía como cierto calor recorría mi cuerpo, habíamos llegado a Santa Cecilia rápidamente Anthony se quita de encima de mi -lo lamento- me pide disculpas -no...no te preocupes estoy bien- bajamos y todo el reino nos recibió lesli y las ancianas lloraron con tan solo verme y al bajarme del barco se lanzaron contra mi y cuando caminábamos tomados de la mano Anthony y yo al reino lesli me miro preocupada -Elena tengo algo que contarte- me dijo nerviosa, - que sucede?- mi felicidad estaba al borde no creo que nada me lo podría echar a perder, entonces una voz se oyó - sirvienta podrías soltar la mano de mi futuro esposo?- levante la mirada algo enojada y veo a una mujer con vestido rosado fiusha pomposo, parecía una copa de árbol, una sombrilla del mismo color y maquillaje algo pesado, no ligero! pesado. -a que te refieres con tu esposo?- le pregunte -puede que el no me recuerde pero hace 15 años el me prometió casarse conmigo, yo princesa Milonette Arinaldi yukiteru monokuro del reino aoitsuki y hoy vengo a cumplir la promesa. Ahora esclava quita tus manos de el- dijo su nombre tan largo con tono de arrogancia que pensaba que en cualquier momento le daría un puñetazo de todos modos el maquillaje lo detendría -primero yo no soy una sirvienta y ni si quiera se te ocurra llamarme esclava por que tampoco lo soy. Yo soy Elena Akkad futura reina de Kupanda jua e hija del general de este reino- conteste con enfado entonces ella se rió -de un reino tan pequeño y alejado de la ética y civilización no era menos de esperarse, lo único que tienes de bueno es la sangre de tu padre- eso me enfureció solté la mano de Anthony y sentí como su rostro se entristeció pero yo no quería causar otra guerra, mire a Anthony - adiós- dije fríamente, no quería herirlo pero por esta vez quería de escapar de ese problema andante. Corrí ¿a donde? a el único lugar que nadie ni si quiera mi padre o Anthony sabia. La casa de cassidy, kale no les ayudaría a encontrarme, el estaba en otro país tendría el tiempo que necesitara para mi sola.

***

Elena corrió sus palabras fueron frías pero sabia que no trataba de herirme, lo notaba en esos ojos que mostraban fuego y furia pero también tristeza  -necesito alcanzarla- dije, pero milonette me detuvo -anthony hace tiempo que no te veía te extrañe tanto, cuando me entere que estabas en una guerra y que fuiste herido vine tan rápido como pude ¿como te encuentras estas bien?- dijo con tono de preocupación -si estoy bien, gracias por preguntar ahora tengo que buscar a Elena, si me permites- me solté de su agarre pero cuando me disponía a caminar me detuvo de nuevo, me miro con ojos llorosos -anthony vine hasta aquí, cuide de tu reino mientras derrotabas al enemigo, lo llene de recursos, decore nuestra habitación y me falta poco para organizar la boda. No puedes dejarme tu hiciste una promesa con este anillo, este anillo que tengo puesto en mi dedo no puedes dejarme, eres todo para mi y si acaso no te tuviera, no se lo que haría- me dijo llorando, su maquillaje se corría por su cara y más que unas simples palabras la sentía como daga al cuello o mas bien como una amenaza



#1889 en Otros
#312 en Novela histórica
#498 en Humor

En el texto hay: guerra, humor y romance

Editado: 30.07.2019

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.