Mi angel guardian

Mi hermana se encontraba en la universidad. Tenía que regresar para la cena, para poder alistarnos y salir de fiesta ese mismo día. 

Al llegar me comenta: "No sabes Mirella, camino aqui me encontré..."

Por favor no.

"Un perrito" Dice sonriendo y sacando de una bolsa de tela que tenía colgada un cachorrito de raza desconocida. De dudosa procedencia. Al fin y a l cabo un perro callejero. 

La regaño: "Ya te dije que no tenemos tiempo ni dinero de sobra para criar un animal"

Discutimos y con la promesa de que ella sería la encargada de la limpieza y todos los costos del cachorro nos dispusimos a comer. Ahí comenzó a fastidiarme el dichoso cachorro. 

En lo que comiamos nos saltaba y mi hermana le daba de su plato lo que me empezó a molestar. Le cocine por horas su plato preferido, pero ella se lo estaba dando al perro. En el momento de servirnos el jugo de caja el condenado perro salto tan alto que logró que lo roceara en el suelo. Molesta con todo y todos me levanté y bote todo el jugo que quedaba. Me alisté y estaba lista para salir y relajarme pero no era todo.

"Mirella, emmm, Morito no deja de seguirme... Y vi en youtube que se va a sentir abandonado al irnos" Dice mirandome con ojos de cachorrito. No puede ser, necesitaba de esa salida. Si no era hoy no podría hasta dentro de dos meses. Repito: ¡Dos meses!

Luego de lloriquear, me rendí y cedí. Adios ligue de una noche, adiós posible amor de mi vida. 

A media noche despierto alarmada por el lloriqueo del perro. Molesta me levanto y voy con todas las intenciones de golpearlo para que se caye. Pero al llegar al cuarto de mi hermana solo la encuentro durmiendo como estrella en su cama. Suspiro y sonrío al ver a mi hermana como una niña. 

Voy a buscar al pequeño ya menos enojada. Cuando lo encuentro me acerco para gritarle y regañarlo por llorar tan fuerte, pero al agacharme siento un olor peculiar. Es gas, pero es mínimo. Lo miro. Me mira y deja de aullar-llorar. 

- ¿Chiquito, fue por esto que llorabas? - le hablo al perro ya tranquila y aliviada. De la que nos salvo el cachorro. 

Busco la causa de la fuga y lo arreglo. Ya luego del susto de morir envenenadas por concentración de gas en el ambiente mientras dormimos o ya de por sí en una explosión, me doy cuenta que no tengo sueño.

Bueno, ya son las cuatro de la mañana, siempre puedo ver noticias o una película. El cachorro me sigue moviendo su cola, sonrío enternecida y lo levanto. 

-Amiguito, apestas. Hoy mismo te bañamos - digo aún así colocandolo en mi regazo mientras me siento en el sillón. Prendo la televisión y no puedo creerlo. En ellas anuncian un incendio de gran escala que se dió en el local que nosotras frecuentamos, al que iríamos ayer. Hablan de la causa, que fue por un pirómano que entró en el local amenazando a todos con un cuchillo, logrando cortar a una pareja del sitio. En total se habla de cien heridos, veinte de gravedad con quemaduras de tercer grado y ochenta ya estables en el hospital. 

Cierro los ojos y al abrirlos empiezo a llorar. 

"Desde hoy te llamaras Angel chiquito"