Planeta Eris: durante la paz

CAPÍTULO 25. UN AÑO DESPUÉS

Al poco tiempo de que llegó a Manipura supo que la magia era algo de suma importancia en la Turf y aun que sabía de sus dotes para ese don no le dio importancia; más que la magia ser herrera le era más agradable y cuando su esposa le permitió dedicarse a ello fue como un sueño, pero las cosas cambiaron poco tiempo después del examen médico donde Träd le explicó que al tener tanta habilidad con la magia era necesario que la dedicara para la Turf y desde entonces por un año estuvo tomando clases junto con JPa para dominarla, causando que le sobrara poco tiempo para su verdadero hobbie.

Aun así, el estudio del prana y de la magia tampoco resultó ser tan malo como imaginó en un principio, en realidad le gusto más de lo que pensó. Una habilidad misteriosa, lejana al razonamiento humano y muy rara que le permitía al usuario especializarse en diversos aspectos; básicamente la magia está en todo aunque la mayoría de las personas en Manipura la usan para los aspectos militares –especialmente aquellos mejores dotados-, el resto se dedica a cosas minimalistas y aunque importantes, no tan reconocidas como la primera.

En el Planeta Eris, solo 1 persona por cada 500 tendrá reconocimiento de su prana interno y externo, de ellas solo 1 de cada 100 será capaz de transformar su prana en magia y por ende emplearla; pero la capacidad y calidad no será la misma entre cada una. Es bien sabido que aquellos que son parte de la realeza y nobleza tienen mayor probabilidad de tener una mejor calidad de magia –especialmente la familia Real Om, de Sahasrara-, fuera de ellos son contados los plebeyos con una buena calidad de magia en otras partes del mundo. Algo que también es sabido es el hecho de que tiene un factor de herencia, si algún padre tuvo la capacidad de usar magia, alguno de sus hijos podrá hacerlo también y será más fuerte que su progenitor; de ahí el interés de Manipura por encontrar niños dotados y unirlos en matrimonio para que futuras generaciones tengan mayor poder

—Estoy sorprendida.

—Ni siquiera yo sé cómo lo hago.

Había pasado exactamente un año desde que inició su entrenamiento y por fin entraba a la fase donde podía elegir su atributo así como lo que quería hacer con su habilidad. Sorprendentemente Harts tenía atributo decente para todas las áreas, podría considerarse una genio. A la jefa del departamento de Magia le había costado cinco años poder encontrar sus atributos, los cuales apenas fueron 5, pero Harts tenía hasta ahora 10 y contando. Sus atributos eran: comunicación con animales, transformación de la materia, control elemental, encantamiento de armas, encantamiento de objetos, absorción de prana externo, producción de prana interno, donación de prana, curación mágica y defensa mágica. Aun cuando tenían sus primeros datos médicos seguía resultando absurda la cantidad de talento que poseía, conforme el tiempo pasaba más claro quedaba para JPa de que la joven era una noble de Sahasrara, aunque aún nadie no estuviese comprobado.

—Lo pensaré y traeré mi respuesta cuando esté de regreso.

—Será un mes, bastante tiempo de descanso así que no lo desperdicies por completo y medita bien tu decisión.

—Lo haré —dijo Harts recogiendo sus cosas que se encontraban sobre una mesita de roca—. Por cierto, dijiste que una vez lo eligiera tendrías que darme una noticia.

—Sí, pero no te apresures. Quizá no te agrade así que será mejor que disfrutes tus vacaciones junto a Träd, ambas lo necesitaran.

Un año y dos meses desde que se casó con la joven princesa hermana y diplomática de Manipura. Aun cuando el tiempo avanzó y comenzaron a verse menos, el cariño que se tenían se transformó en amor y al contrario de lo que la mayoría de las personas se atrevió incluso a apostar, aquella joven pareja seguía más unida que nunca; la situación alertó a la Reina quien había estado segura de que su hermana se aburriría fácilmente, pero sucedía todo lo contrario y aun así ambas sabían que debían cumplirse las reglas y por más amor que se profesaran debían tomar una decisión. En todo el tiempo que pasó, Träd no se atrevió a comentarle nada a Harts, ni de la sospecha de su origen ni de lo que estaba estipulado para las personas con dotes mágicos; no era algo agradable ni aceptable para la princesa y estaba segura de que su esposa tampoco se lo tomaría de buena manera, pero ya no había tiempo y las cartas estaban sobre la mesa, por supuesto, la Reina no aceptaría una respuesta negativa y la idea de escapar tampoco era factible a esas alturas.

Träd le pidió un mes de descanso a las afueras de la ciudad y donde aprovecharía el tiempo para hablar claramente con Harts. La Reina accedió sin problemas, aunque a sus espaldas envió a un par de sus hombres como espías con tal de asegurarse que ninguna de las dos mujeres tratase de escapar ante su eventual destino y por más que la Reina amara a su hermana, no podía en este caso, dejar que se saliera con la suya.



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En el texto hay: magia, nobleza, lgbt lesbian

Editado: 27.05.2019

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