Por unos ojos bonitos
que hasta el alma me han flechado,
hoy ando todo indeciso
que no se ni lo que hago,
he quedado boquiabierto
con los nervios alterados,
de mirar tanta belleza
que nunca había imaginado.
Tus ojos cual dos luceros
que en el cielo están brillando,
han deslumbrado a este pobre,
que aún sigue delirando,
con alcanzar lo imposible
y un día besar tus labios.
Solo el muerto ya no sueña
de sus actos, ha reposado,
sí, estoy vivo y mientras pueda
voy a seguir esperando,
que te dignes a mirar
a este humilde ser humano.