Dichosos los ojos que te ven rosa del atardecer
que con el tiempo su aroma más agradable ha de ser,
estaba casi desecho, tenia la fe perdida
y con solo una sonrisa has alegrado mi vida.
He caminado en penumbras, se han fatigado mis pies,
pero con solo mirarte mi cansancio ya se fue,
no digo adiós, hasta luego, porque pronto volveré,
y sino vuelvo a mirarte de tristeza moriré.