En esta hermosa mañana, en nombre de mis compañeros,
le queremos dar las gracias a todos nuestros maestros,
por su amor, por su empeño, por su esfuerzo,
en la labor de darnos día con día el pan de la educación.
Porque somos la labranza de un pueblo trabajador,
que aún abriga la esperanza que el mañana sea mejor,
para labrar el camino donde brille un nuevo sol,
con tu esfuerzo, con mi esfuerzo, y la voluntad de Dios,
con la ayuda del maestro incansable,
labrador del futuro, del mañana donde brille un nuevo sol
en mi amada Nicaragua, la patria que Dios nos dio.