Cuando te conté,
que quería ser poeta,
tu me miraste,
como si sintieras compasión,
no te detuviste a pensar,
que era sólo una niña,
antes de intentar,
matarme la ilucion.
Cuando te conté,
que quería ser poeta,
dijiste rindete,
eso no es para ti,
cuando en realidad,
lo que debías decirme era,
lucha por ello,
si es lo que te hace feliz.