Con la canción del fuego se forja la primera oda, un fervor desenfrenado que alimenta las llamas de esta comunidad, la primavera de una era.
Es entonces el tiempo que como canción de hielo llega y apaga muchas llamas, otras se van, los senderos de la vida son divergentes, pero la nostalgia mantiene como brasas, destellos aun incandescentes de ellos.
La época dorada, fervor, alegría tal estrella que ilumina el infinito… el tiempo inexpugnable pasa, cambios, entradas, salidas, debuts, despedidas… el inverno apago la primavera del trono de hielo.
Pero el trono de hielo es fuerte sabe resistir los inviernos más desoladores, dos espaldas del arte de guerra se alzan para proteger y sostener la herencia del trono del hielo.
No importa el daño que haya causado el tiempo o un mal reforjado, las brasas siempre fuertes de la comunidad funden el acero y preparan su propio propia versión reforjada de una nueva primavera del trono de hielo.