El ambiente muto al fin,
el invierno expiraba,
y del fondo de la nada,
una canción de un violín,
se escuchaba.
Inundaba los senderos y bosques
llegando a los oídos,
de la durmiente Deirdre,
despertando intriga del misterio.
No seguirlo era imposible,
un recuerdo en la canción llevaba,
de antemano la voz acogía,
caminó de forma admirable,
buscando el origen de esta.
Al llegar, solo asombro.
Eran 3 hombres.
uno de los cual,
era el amor de su vida.
Naois, su bello nombre.
Ninguna expresión fue necesaria,
solo la intuición bastó,
para que el amor,
uniera a los dos.