Me he de casar con la certeza de que amo a ese hombre, como él a mi. No, creo en que viviremos felices por siempre como en los cuentos de hadas, pero si que podremos juntos ante cualquier adversidad, y aun que en viento sople en contra mientras uno sea el pilar del otro podremos soportar el huracán que venga.
Tendremos nuestras metas claras y uno celebrara las derrotas del otro, pues de ellas se aprende más que de las victorias.
Viviré eternamente enamorada de sus defecto ya que de las virtudes cualquiera lo querrá, amaré su forma de ver el lado bueno a un día oscuro, y sobre todo estaré al lado de esa manera libre pero justa de pensar que me cautivo desde el primer momento. Prometo amarlo y quererle en la la salud y la enfermedad hasta que la muerte nos separe.
Aun que creo que ni ella nos podrá separar, ya que ni alma le pertenecerá a él hasta el fin de mis día sobre esta tierra.