Los ojos cubiertos
Las manos atadas
Él corazón cortado
Por un puñal dorado.
La manzana de la discordia
Los deseos no anhelados
Los secretos furtivos
Por la espada injusta.
Hemos de descaminarnos
Desgañitar y sollozar
Mas no estamos liados
Como lo fue soñar y amar.
Convergencia invisible
Mentiras piadosas
Alianzas rotas
Mas corazón palpitante.
Agazapados pero pillados
Vistos pero aislados
Ella habrá de inmiscuirse
Al campo de nuestros abrazos.
He visto lo inútil
Él dragón ha de cesar las llamas
Pues los amantes están errantes
En su mirada sutil.