¿Quieres saber la verdad?
La verdad es que somos tontos,
nadie merece a nadie.
Ni si quiera nos merecemos a nosotros mismos.
Estos cuerpos,
estas vidas.
Estos sin duda no somos nosotros.
No somos más que simple materia organizada
de tamaño torpe
en versión ilimitada.
Y los muertos no van a ningún lado,
ellos se quedan en nuestros sueños,
en la memoria,
más no en ningún otro lugar.
Los poetas dicen disparates
que te dejan pensando.
La rutina sin duda, te deja vacío, cansado.
La cabeza no solo duele
después de una borrachera.
También duele cuando te has cuestionado
toda tu maldita existencia.
Y la cerveza sabe bien,
el whisky sabe bien,
más no la realidad.