Amor mío

Amor mío, dulce y bello, te has presentado varias veces en mi vida en distintas formas, en distintos cuerpos, en distintos labios que tuve el atrevimiento de besar y en distintos paisajes de oleo fresco

Amor mío, de la misma manera en la que has aparecido me has abandonado, me has desalojado de distintos ojos, en distintas fechas, estaciones y climas

Te he esperado, te he visto, te he sentido, amor mío, me he enamorado, también te he sentido, extrañado, llorado, odiado y amado de nuevo

Amor mío, en mi soledad me entretienes y me pones a pensarte, a decirte que no te quiero cerca y sin embargo es cuando más cerca te quiero, a dedicarte quien sabe que cosas con el nombre de la última forma con la que te apareciste en mi vida y de igual manera me dejaste sin pensarlo

Amor mío, cuantos besos he repartido como volantes que dicen “te necesito” o “te quieros y te amos” como si me sobraran en los bolsillos, como si mágicamente mi corazón fuera un árbol de sangre y amor, amor que parece ser mudo o sin gracia porque nadie se detiene a escucharlo

amor mío ¿Qué me has hecho? ¿de qué me has vuelto adicto? Escúchame una vez, quédate, no te vayas, nada ganas con cambiar de cuerpos y ojos y bocas a tu antojo, nada pierdes con quedarte un rato más, o mejor aún, si no es molestia, quédate lo que dure un para siempre