Y ver estrellas es algo tan artificial como tus ojos, que me prometieron cielo, mar y tierra y rompieron todas sus promesas.
Ojalá no regreses con ellas porque, por mucho que me mientas, lo dejaría todo para esperarlas a ciegas.
Esperar que se cumplieran, que regresaras, que me amaras al igual que yo. Que por mucho daño que me haces no te dejo. No puedo.
Vete, olvídame, déjame... Yo me las apaño con los recuerdos de nuestros buenos momentos.
Espero que seas feliz, no solo por ti; tampoco por mí. Por los dos y los aquellos sueños que no cumpliremos.