Ella era perfecta, y por perfecta me refería a todas sus imperfecciones juntas.
Era mi vida en esta oscuridad y luz en está tiniebla, lo sé, cosas sin sentido... Pero esa era ella, un tornado sin sentido que iba y venía por mi corazón.
Ella era.
Sí, del pasado.
Por qué no está, se fue, decidió no amarme, no amarse, porque ella.
Tenía una gran problema...
No podía amar a nadie, tenía el corazón ciego y el alma muda.