El lamento de un corazón roto

Oh mi corazón, ¿por qué te desgarras así? ¿Por qué sigues latiendo cuando todo lo demás ha muerto? ¿No te das cuenta de que ya no hay razón para seguir?

Noches de insomnio y días de llanto es lo que me has dejado con tu latido constante. ¿Por qué no te detienes y me dejas en paz? ¿Por qué insistes en recordarme lo que he perdido?

Eras mi todo, mi razón de ser, pero te has convertido en mi mayor dolor. ¿Cómo puedo seguir sin ti? ¿Cómo puedo continuar cuando mi corazón está roto?

Oh mi corazón, ¿no puedes ver que no hay esperanza? ¿No entiendes que ya no hay más camino por recorrer? ¿Por qué te aferras a lo que se ha ido para siempre? ¿Por qué no aceptas que no hay vuelta atrás?

Si tan solo pudiera arrancarte de mi pecho, si tan solo pudiera borrar todo recuerdo tuyo, tal vez entonces podría empezar de nuevo, tal vez entonces podría encontrar la paz.

Pero no, sigues latiendo, recordándome lo que perdí, recordándome lo que nunca más tendré. ¿Cómo puedo soportarlo, mi corazón? ¿Cómo puedo seguir adelante con este dolor insoportable?

La noche se alarga en un largo suspiro y me quedo aquí, solo, con el corazón hecho pedazos, sin alivio, con una herida abierta y sin cicatrizar.

¿Cómo pude dejar que me lastimaras así? ¿Cómo podría darte mi corazón, para que lo desgarraras sin piedad y lo dejaras en el suelo sin compasión?

Mi mente repasa cada momento juntos, cada risa, cada beso, cada abrazo, y me pregunto si todo fue un engaño, si nunca amaste de verdad, solo fingiste.

Siento que la tristeza me ahoga, el dolor es un peso en mi pecho y me pregunto si alguna vez podré curarme y confiar en alguien nuevamente.

Pero ahora todo lo que queda es el lamento de un corazón roto y herido, y la esperanza de que un día el sol volverá a brillar en mi vida.

Mi corazón se nubló en el momento en que te fuiste y me dejaste solo en las sombras de una ausencia constante y un vacío que no se puede llenar.

Cada noche siento tu presencia ausente y el dolor en mi pecho es una herida abierta que no cicatriza, que no cede ni un momento y me consume sin piedad, sin tregua ni descanso.

¿Por qué te fuiste sin decir nada? ¿Por qué me dejaste así, sin explicaciones? Sólo quedaron mis dudas y preguntas y un mar de lágrimas que inunda mi alma.

Te amé con locura, con todas mis fuerzas y ahora me siento perdido y sin rumbo como un barco a la deriva en el mar sin puerto al que llegar.

La soledad me ha hecho su rehén y la tristeza se ha apoderado de mi ser. Ya no sé cómo seguir adelante cuando mi corazón se rompe en mil pedazos.

Pero a pesar de todo, te sigo amando y aunque sé que nunca volverás siempre tendrás un lugar en mi corazón aunque solo sea como un doloroso recuerdo.

Así que aquí estoy, sumergido en mi dolor, esperando un milagro que no llegará y lamentando para siempre este corazón roto que nunca podrá olvidar tu partida.

Las noches se vuelven eternas y oscuras y el silencio me hace compañía, solo queda el eco de mi pesar y el amargo suspiro de un corazón roto.

Seguiré mi camino sin ti aunque sé que será difícil porque fuiste mi luz, mi alegría y ahora solo queda esta oscuridad.

Pero a pesar de todo seguiré con el corazón roto, pero con la esperanza de encontrar un nuevo amor que me sane y borre este dolor que me consume.

Hasta entonces, te lloraré en silencio y guardaré tu recuerdo en mi memoria como doloroso testimonio de este amor que fue y ya no es.

Ahora estoy solo, sin ti a mi lado, no hay alegría ni felicidad que me ilumine, solo oscuridad y tristeza que me atormentan, y el dolor que no puedo evitar.

Pero sé que tengo que seguir adelante, encontrar la fuerza para levantarme de nuevo y vivir cada día con la esperanza de que algún día pueda encontrar el amor y la felicidad que perdí.

Así que dejo ir el pasado y lo que fue, y me concentro en el presente y lo que será, porque sé que tengo la capacidad de superar el dolor y encontrar la paz y la felicidad que anhelo.

Y aunque mi corazón esté roto en pedazos, nunca dejaré de creer en el amor y la esperanza, porque sé que un día encontraré la fuerza para sanar y volveré a ser el dueño de mi propio destino.

Así que ahora cierro los ojos y suspiro, dejando atrás las lágrimas y el dolor, y con el corazón lleno de esperanza y amor, camino hacia un nuevo mañana.

El lamento de un corazón roto se desvanece, en la luz del sol que ilumina el nuevo día, y aunque el pasado nunca se olvidará, sé que mi futuro está lleno de posibilidades y amor.

Y así, con una sonrisa en el rostro y una luz en el corazón, caminaré hacia el futuro, con la frente en alto, sabiendo que soy fuerte y puedo vencer cualquier cosa, y que el amor y la felicidad me esperan en el camino.