El humo ocre del cigarro me hizo recordar.
Es un chico de dieciséis años, queriendo parecer de 18. cabello desaliñado oscuro, ojos grandes color negro como los de Anabel.
cuerpo largo, desgarbado y, barba apiñada.
En su bolsillo izquierdo trasero dos lápices un pincel, una hoja doblada por secciones y una mochila de hippie con su vida al Interior.
¡Dibujante!
Es la palabra que pronuncia para venderse.
Tres monedas fue su último trabajo.
Paisajes, rostros, avisos, retratos.
¡Todo lo que necesite de mi arte, a la orden!
Ramón, camina parques, calles, bosques y, humedales. buscando la inspiración Mas pura que una gota de agua entre la espesa selva aún virgen.
Es un cazador de imágenes insaciable. Depredador de acuarelas y colores.
¡Te tengo!,
¡Te TENGO!
¡ te ten-/0.
Celebrando sus creaciones más ínfimas, con ese golpe espontáneo de inspiración; que con algunos movimientos y, pinceladas Asesina toda inspiración posible.
« Es un abismo oscuro detenido en el tiempo, que en un microsegundo atraviesas ».
Frunce los labios y cierra los ojos con una expresión derrotista. Volvió a volar. La inspiración, beso su pincel y dijo adiós, con una gota de acuarela en sus labios.
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poemas cortos, vida real, cuentos cortos basados en sucesos reales
Editado: 10.12.2023