Si la vida fuera predecible no tendría sentido. Cuando miro atrás y pienso en todas las veces que me enamoré, solo obtengo memorias tristes. Cada vez que me enamoré estaba mal. Los amores a primera vista y los que crecen poco a poco. Los correspondidos y los que no. Todos estaban fallados. Puedo decir con certeza que no conozco el amor verdadero. Si el amor de pareja fuera como lo es el de una amistad, sería perfecto, pero es muy difícil combinar ambos en una sola persona. Y si la amistad es tan buena, es un sacrilegio arruinarla con el amor romántico, con el contacto físico y los reproches y celos.