Si tu presencia no remedia mi nostalgia,
Auséntate, hasta que crea que te pierdo.
No vengas con ojos llorosos a rogar por mi perdón,
Porque desgastada quedó el alma, y rota la pasión.
Un susurro de los cielos, un destello hasta el suelo.
Ansiando un fugaz encuentro, solo obtuve tormento.
Mil muros derribé para dejarte pasar.
Pero fue en vano, ya sabías volar.
No comprendías el dolor que causaba tu desamor.
Un mes me llevó quererte, cuántos más para olvidarte.
Magia o ilusión, definirlo no sé yo.
Que se rompa el firmamento, o me entierre el infierno.
Diablo o ángel… ¡un poco de los dos!
Brillante como un lucero, asfixiante tierno fuego.