No voy a negar que me dolió,
no estoy hecha a pruebas de balas.
Lograste desgarrar mi alma
y envenenar mi corazón.
Atentaste contra mi sin
que te importara,
lanzandome una granada de mentiras,
que no sólo dolor dejó.
No voy a esperar que me mires con lástima y regreses pidiendo perdón,
ya no creo en los milagros.
Solo quiero no volver a cruzarte más,
pero espero que si en un futuro sucede,
esperare feliz tu infinita infelicidad.