¿Por qué en tantísimos lugares tener esperanza es sentenciado a muerte? ¿Por qué en tantísimas leyes a nadie le importa quién eres?
¿Por qué algunas personas tan solo buscan que otros sufran con amargura? ¿Por qué a algunos se le hace algo tan divertido mirar a otros que ven llegar a la muerte?
Ojalá un par de palabras fueran suficientes para hacer cambiar todas estas injusticias, pero la fuerza cae muy debilitada al presenciar la muerte de alguien que vivir únicamente deseaba.
No hay razones, no hay pretextos, ¡nada que exista que justifique las atrocidades de ajenos hacia los conocidos!