La flor que se marchita sólo para darle luz a su estrella.
Es un bella historia, pero el final no es como un cuento encantado.
Ella era tan extinta con sus pétalos de otro universo.
Y la estrella con su fulgor extraordinario hacían un mundo jamás contado.
Se dijeron: Te amo y prometieron amor en cada verso.
El amor los mataba, pero la muerte para ellos era cómo sólo un sueño.
Donde al día siguiente despertarían uno junto al otro pero en otro cuerpo.
El tiempo pasa, las flores se marchitan y las estrellas se apagan.
Pero el amor permanece y le da vida a los mortales.
Tu estrella fulgurante, se alimenta del amor de quien te ama.
Y tu flor de raices inquieta, se deja marchitar por la luz de los males.
Hay personas como estrellas, apagandose en un jardín.
Y hay flores en un universo esperando su esperado final.
Estrellas, brillan ¿Pero no aceptan su fin?
Flores, retoñan, ¿Pero no saben a quién dar su fragancia por bien y mal?
La flor echa raíces.
La estrella levita como si tuviera alas.
Una se arraiga de lo que vive
pero no florece luz de lo que ama.
Mas la otra juega con los planetas
mientras en la tierra su color brama.
Todos podemos tener raíces como alas.
Brillar como estrellas o retoñar como flores.
Todos podemos quedarnos, o irnos hasta dónde nuestra vista alcanza.
Y puedes ser de una pradera o de una galaxia.
Tener el llamado de la primavera, o del Big bang es tu estancia.
No es de donde venimos ni por qué estamos.
Es por que morimos y hemos resucitado.
#18165 en Otros
#5274 en Relatos cortos
poemas de todo un poco, poesía., poesía amor. romance. desamor.
Editado: 14.10.2021