Me he negado a las pastillas que me dan para dormir. Toman el control de mí. No me dejan soñar.
Mi vida está atada a sueños sin sentidos. Muertes que me dicen que la persona que amo vivirá por más tiempo.
Sangre, dolor y oscuridad me dicen que no haga de mis tentaciones una dependencia.
Yo no estoy atada a nadie y aun así me siento tras una cerca.
Los sueños que amo me dicen que la muerte es mi única libertad.
¿Quiero morir? No. Si.
Las pastillas me hacen perder el control. Toman todo de mí.
No quiero llenarme de días lluviosos.
¡Mis favoritos!
Sé que debo llenarme de la realidad, pero no soy fuerte.
No puedo.
Soy débil y autodestructiva igual que la música que proviene de las teclas blancas de los pianos.