La locura empieza a descender,
Y de ella ya no debo depender,
Se pierde despacio el amor,
Y llega como estampida el dolor,
Voy a un abismo de perdición,
Donde no existe ninguna emoción,
Y sólo queda el silencio cruel,
En éste abismo tan profundo,
Que causa ese amor infiel,
Que ahora destruyó mi mundo,
Pero ya es demasiado tarde,
Ya en mi interior la tristeza arde,
Se ha roto ya mi frágil corazón,
Ya se perdió la única razón,
Para conseguir el consuelo,
Y mirar tranquila al cielo.