Mi mejor amigo ya sabe todo, se enteró de lo sucedido días después luego de escuchar algunos rumores, a la fuerza le solté lo que me había dicho el donante de esperma y aunque le pedí que no lo hiciera, se dirigió de inmediato a confrontarlo, de ser necesario lo obligaría a responder. Pero no lo encontró.
Sus padres lo habían enviado a estudiar a otra ciudad después de enterarse de mi embarazo.
Una huérfana no arruinaría la vida de su hijo.
—Todo tiene solución, — decía Nicolás mientras me abrazaba y susurrando palabras tranquilizantes, yo lloraba nuevamente sintiéndome cada vez más a la deriva. —No te dejaré sola con todo esto.
Soltó exactamente las palabras que en ese momento necesitaba escuchar.
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Editado: 14.10.2020