Por el destello de tus ojos

II. Pasado

Capítulo II:
Pasado.

Devon, Exeter. Inglaterra.
Dos años antes del funeral.

Las teclas del piano se sentían suaves debajo de mis dedos, estaba tomando la agilidad necesaria para tocar la pieza que tanto me había costado.

Los tempos de la melodía podían tornarse confusos para mí y aún más las notas en el pentagrama.

—¡No! —exclamé deteniéndome — ¡Venía fa sostenido, no la!, ¿por qué tocas la?

Frustrada conmigo misma dejé caer mi cabeza sobre el cuaderno.

Tenía más de una semana intentando sacar la melodía tocada por The piano Guys, The Fight song. Mi grupo y yo habíamos estado hablando acerca de sacarla para el recital de fin de año, pero no se podría lograr si yo no conseguía tocar más allá de los tres minutos, después de todo, Jonathan, el chelista, y yo, seríamos los que liderarían al grupo.

No importaba cuan sola estuviese en el salón con el piano de cola, yo seguía confundiéndome y distrayéndome como si tuviese a una multitud gritando alrededor.

—¿Qué sucede, Sky? —preguntó una voz entrando a la habitación.

Alcé mi rostro lo suficiente para ver a Jane, la dueña de la academia, pararse en la puerta abierta.

—Nada, es solo que he estado practicando esto desde hace una semana y por una u otra razón no logro pasar los tres minutos —bufé colocando mi espalda recta.

—Ya, puedo entenderlo —hizo un gesto de compresión sin moverse de la puerta —. Quizás solo necesites relajarte un poco, toca otra melodía que te salga mejor, no intentes que todo te salga de una vez y al tiempo indicado, yo creo que deberías comenzar desde el punto donde te equivocas y practicar las notas lentamente, una tras otra —aconsejó con suavidad.

—Eso he intentado...

—He estado escuchándote, Sky —interrumpió señalándome con el dedo índice —. regresas a ese punto pero no lo practicas, estás forzándote a ti misma a que te tiene que salir como la original.

Asentí con una sonrisa.

—Es cierto, tienes razón —confesé colocando mis manos sobre las teclas —, es solo que estoy un poco angustiada, los chicos quieren comenzar el ensayo la semana que viene.

—Tú puedes hacerlo, confío en que lo harás así que haz tú lo mismo —agregó apoyándose del marco de la puerta —. Quizás te sea bueno practicar con Jonathan, el podría guiarte un...

Boing, boing, boing.

Mi celular comenzó a sonar estrepitosamente.

—Lo siento —dije tomando mi celular de encima del piano —. Disculpa, es mi hermano.

—Está bien, contesta —respondió finalmente entrando a la habitación.

Fijé la mirada en el celular para darme cuenta de que era una video llamada por FaceTime. Toqué el ícono verde y coloqué el celular frente a mi rostro.

—¿Qué quieres? —pregunté de mala gana.

Él estaba manejando y su rostro estaba contraído.

—¡Gracias a Dios, Sky! —exclamó preocupado —¡He estado llamando a papá y no contesta! Dime que estás en la academia.

—¡Cuidado! —Era la voz de mi madre —¡Ay! ¡Kraion, apúrate! ¡No puedo más!

Un escalofrío recorrió mi nuca y todos mis sentidos se pusieron alerta.

—¿Qué sucede? ¿Cómo está mamá? ¿A dónde van? —pregunté de inmediato.

Kraion giraba su cabeza en varias direcciones mientras seguía conduciendo, el ángulo en el que tenía la cámara no me permitía observar más que el volante y su rostro.

—¡Mamá va a dar a luz! —respondió al fin — ¡Estoy llevándola al hospital!

—¡No puede ser!¿Ahora?

—¡No, mañana! —Exclamó ella misma de forma sarcástica — ¡Busca a tu padre! ¡Rápido! —extendió la última palabra.

Inmediatamente me coloqué de pie y cerré mi cuaderno con la otra mano.

—¿Por qué no lo llamaste a él? —pregunté nerviosa.

Jane había tomado mi bolso y lo había extendido para mí, ella estaba alarmada.

—Porque dejó el celular en casa ¡búscalo! ¡Yo me estoy muriendo de los nervios y no soy el padre! —gritó.

Guardé el cuaderno en el bolso y lo guindé en mi hombro.

—Yo me encargo, no vayas a chocar —dije y sin más corté la llamada.

—¿Quieres que te lleve? —preguntó Jane colocándose a mi lado.

—No, está bien, el consultorio de mi papá está solo a dos calles y de allí me iré con él —respondí dirigiéndome a la puerta —, pero gracias, te veré mañana.



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En el texto hay: mente perdida, thriller

Editado: 18.04.2021

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