-¡Abuela! ¡Abuelo!-Las niñas van y abrazan a mis padres, luego desaparecen por la puerta principal
Me acerco a ellos y de inmediato se ponen serios, casi enojados. Es bastante raro, por lo general son alegres como hace unos minutos
-¿Mamá? ¿Papá?-
-Entremos, la comida se va a enfriar-mi padre entra a la casa de inmediato, arrugo el entrecejo y veo a mi madre buscando algún tipo de explicación
-Tienes suerte de que este de tu lado-Palmeó mi hombro para después irse dejándome completamente descorsentado
¿Habré hecho algo? ¿Fabio les contó? ¿Será por la empresa? ¿O por qué no combine bien la ropa de las niñas?
Aún con la incógnita en mi cabeza entro en la casa de mis padres, al entrar veo a mis hijas, mis padres mis hermanos y a mi sobrino sentados en la mesa frente al ventanal
-¿Habrá helado de chocolate abuela?-Le "susurra" Melody a mi madre, a lo que mi madre le guiña un ojo asintiendo
Cierro la puerta y me acerco a la mesa de vidrio en silencio, caminando a pasos temerosos e inseguros, con las manos en los bolsillos y la mirada recorriendo la casa de mis padres
Inevitablemente recuerdo las veces que entre con Olivia de la mano, cuando hicimos cosas calientes en el sofá de mis padres
-¡Mira tío Markus!- Mi pequeño sobrino me señaló un jarrón con lo que creo que tenía jugo de naranja-¡Yo lo hice!-dice orgulloso
Borro en un instante y terminó de llegar al comedor avergonzado-¡Wow! Lo voy a probar ahora mismo-Todos en la mesa me ven burlones, ¿Qué tan mal puede estar el jugo de un niño de seis años?
Sirvo el jugo con duda, lo llevo a mi boca y batallo para no escupirlo que ¿Por qué sabe amargo? ¿No se supone que era un jugo de naranja?
-¿Verdad que esta delicioso tío?-Dice con una sonrisa inocente, me trago el sorbo tratando de no hacer muecas
-Delicioso Carlos ¿Qué le pusiste para que supiera tan bueno?-le sonrío nuevamente mientras le paso el vaso de cristal por debajo de la mesa a Zara - Mi hermana- para que tire el supuesto jugo por la ventana
Siempre que nuestros hijos cocinan algo no tan bueno en la casa de mis padres lo tiramos por ese gran ventanal, seguramente todavía están los muffins con sandía que cosinó Abby cuando tenía diez
-Pues, amm tenía naranjas, chocolate ¿limón?-decía pensante -Que no se te olvide la canela-le continuó Fabio
-Ni tampoco el apio Fabio-siguió mi madre-Y el ajo en polvo-Seguido de Zara, todos los presentes en la mesa menos mi padre y los niños mencionaron por turnos un alimento
Y por lo que pude escuchar Carlos vacío la despensa de mis padres, peores son mis padres por dejarlos hacerlo
-Papá ¿Podemos ir a jugar?-Preguntó Lizzie sobre mi regazo -Claro-Termino de limpiar el helado de chocolate de su rostro y la bajo para que pueda irse con Melody, Mady y Carlos
-Iré con Daphne al jardín-Me avisa Abby para luego atravesar la puerta trasera con mi sobrina
Cuando todos los adultos nos quedamos solos deduzco que es el momento para hablar
Mi padre, Matthias Powell se me adelanta con un tono severo, como cuando tenía cinco años y hacía algo malo-¿Qué pasará con Melody, Maddison, Elizabeth y Abigail?-junta sus manos y frunce el ceño
-Se quedarán conmigo-Frunzo el seño al igual que el, afirmo sin dudar ni un poco, ¿Cómo se atreve siquiera a pensar eso
-¿Cómo les dirás que Olivia se fue?-pregunta mi hermana
-No lo sé-Me rasco la nuca-Para eso vine-
De repente mi madre toma mis manos sobre la mesa-¿Cómo fue cariño?-Me sonríe triste
Mi madre sabe cuánto quería, y quiero a Olivia, fue la primera en saber que me gustaba, la primera que supo de nuestro noviazgo, de nuestro compromiso y de nuestras hijas
Siempre estuvo ahí para aconsejarme, ella a estado de cerca en toda nuestra relación, y no se por qué, supongo que después de todo es mi madre
-Solo se fue, le dijo a Lizzie que fue a comprar verduras y luego no volvió, sólo dejó unos estúpidos papeles de divorcio y renuncia de las niñas, no me contesta y...-A medida de que iba relatando lo que pasó los ojos se me iban empañando
¿Cómo es posible que una relación de diecinueve años se acabaría en unos días, minutos, segundos?
Mentalmente me maldecia por no prestarle la suficiente atención a Olivia, en verdad trataba de hacerlo, según yo íbamos bien
Para cuando me di cuenta ya estaba con unas cuantas lágrimas rodando por mis mejillas siendo abrazado por mi madre
Me separé de mi madre, mi padre se acercó y me abrazo, abrí los ojos por la sorpresa ¿Cuándo fue la última vez que mi padre me abrazo así? ¿Cuándo tenía ocho quizás?
Correspondo el abrazo, el siempre había sido serio y calculador, nunca afectuoso con sus hijos masculinos, sólo con Zara y mi madre, un abrazo por parte de el no se ve dentro de cuarenta años más
Mi padre quita las lágrimas de mis mejillas y me "arregla" la camisa de rombos que llevo-Ve, habla con ellas-
-¿Ahora?-trago fuerte, el asiente y luego escucho como mis hermanos llaman a sus respectivos hijos, con ellos vienen mis nenas también
-Vengan chicas, les tengo algo que decir-Mady, Melody y Lizzie me miran extrañadas algo así como "¿Hiciste que dejará de jugar a las barbies para decirme eso?"
Por el contrario Abby me observa seria, aún con la mirada interrogativa que ha llevado estos días
Las tomo de las manos y las guío al jardín de mis padres, nos sentamos en un pequeño columpio grupal que hicimos mis padres, Zara, Fabio y yo cuando Fabio cumplió quince
Las niñas se acomodan a mi lado, cargo a Lizzie tratando de formar una sonrisa, in embargo los nervios y la vergüenza me consume
-¿Qué susede papá?-Melody sonríe haciendo que el columpio se balancee junto con Mady, pero lo detengo con mi pie
-Papá ¿Qué susede?-Me pregunta de nuevo Melody
Nota de la autora: ¡Ay! me dio penita por Markus, lo que le espera a Melody, amm no tengo inspiración para hacer una buena nota de autora así que, siganme, denle una estrellita al libro y un comentario sobre lo que quieran ¡Adiós Sopas!