Los niños habían vuelto a dormir también, pero él no lo había hecho, se quedó pensando de dónde la conocía a ella, pero nada le llegaba a la mente, tampoco dejaba de mirarla y a los niños, ellos no separación mucho a ellas excepto por el cabello algo rizado que seguramente lo heredaron de ella.
¿Por qué se tuvo que quedar dormida de nuevo?
Tenían tanto que preguntarle
Pensando en todo eso se quedó dormida de nuevo también, esperaría que ella despertara de nuevo.
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─Solo me iré por una semana, no creas que te libraras tan fácil de mi, mi bombón ─
─¿Y quién se ha atrevido a decir que me quiero librar de ti? ─ aún seguía pudiendo ver a la mujer con la que hablaba, aunque su voz le resultó más familiar en ese momento.
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Despertó por una fuerte sacudida del avión, varias personas estaban gritando alteradas por él alboroto, Eros estaba abrazado de su brazo cómo si fuera su tabla de salvavidas, Ares estaba abrazando a su madre que por suerte estaba despierta.
─Vamos a morir vamos a morir ─ gritó una mujer desquiciada desde alguna parte de la cabina.
─Mami, mami ─ empezaron a llamar a los niños asustados.
─No,, no niños, no se asusten, todo está bien ─ le empezó a decir ella mientras se seguía escuchando a la loca mujer y él avión seguía sacudiendo se.
─Su madre tiene razón, no pasara nada malo esa mujer solo está asustada y por eso dice disparates para que los demás se asusten igual que los niños que están aquí ─ dijo lo último alto para que la mujeres lo escuchara y dejara su escándalo y funciono, ella lo miró Agradecida, mientras cada uno seguía consolando a cada gemelo.
Les pedimos a los pasajeros calma, él avión está cruzando por un área de turbulencia, no se levanten.
Eros me clava sus uñas en mi brazo por él miedo que siente, Ares también a su madre, que tampoco no está muy agusto con la situación, la turbulencia parece que cada vez es más fuerte y con ello él pánico de las personas que están en él avión.
También todo él alboroto provocó que varias gavetas superiores se abrieron, cómo la que estaba encima de Maximus y Eros, Maximus se movió rápido para cubrir al pequeño recibiendo todos los golpes en especial en su cabeza.
─Katara, (maldición) ─ se quejó, pero se sentía tranquilo porque al menos Eros no resultó lastimado.
Apesar del mal rato que la turbulencia le hizo pasar a todos, también hizo que él avión fuera más rápido y llegarán a su destino aún más rápido, cuando empezó él descenso los niños se sujetaron más fuerte a cada uno hasta que él avión de detuvo por completo.
─¿Si estamos vivos? ─ preguntaron los dos al mismo tiempo.
─Si, estamos todos bien ─ contestó Maximus en algún momento, la madre de los pequeños se quedó dormida de nuevo ─ hay que despertar a su madre ─ dijo él, los niños empezaron a llamarla de nuevo ─ Aprieta su nariz Ares ─ le indico Maximus desabrochando su cinturón para que pueda hacerlo y él niño obediente lo hizo, despertando a su madre en segundos.
─Funciona ─ dijo Ares sorprendido.
─Genial ─ dijo Eros.
─Ya hay que bajar del avión ─ le dijo Maximus a ella.
Maximus le ayudó con los niños a bajar del avión, todos los pasajeros fueron llevados a la sala de espera por el tiempo tan adelantado de llegada que tuvieron.
─¿Te duele mucho la cabeza? ─ le preguntó ella tomando asiento en la sala de espera.
─Un poco ─ contestó él él tocando la parte que le había golpeado notando un poco de sangre en sus dedos.
─Eso no es solo un poco ─ dijo ella revisándolo encontrándose con una gran cicatriz en la parte trasera de su cabeza, era la parte que estaba sangrando desde una pequeña herida ─¿la cicatriz es del accidente? ─ preguntó ella.
─Si, así es ─ contestó él y de repente él celular de ella comenzó a sonar.
─Hola Dimitri ─ contestó ella.
─¿Lucia?, ¿por que conte….stas?, no e...stas en él avion ─ preguntó él confundido.
─Espera no te escucho bien ─ dijo y alejo él celular de su oído ─ niños me alejare solo un momento, no se muevan de aquí, y no se alejen de Max ─ dijo antes de alejarse y los niños se movieron para quedar cada uno sentado en cada pierna de Maximo para ponerse a jugar, peleando con sus pulgares.
Maximus solo sonrió con ternura mirando a los niños que jugaban despreocupados con él, además era interesante mirarlos jugar porque parecía que ninguna iba a ganar.
─Señor ─ lo llamó su guardaespaldas, para después mirarlo completamente confundido y sorprendido de ver a su jefe con dos niños gemelos que eran completamente idénticos a él ─¿ellos quienes son señor? ─ preguntó él.
─Soy Ares ─
─Soy Eros ─ se presentaron los niños para después seguir jugando cómo si no hubiera un mañana.
─¿En los últimos años tuve una relación con alguien aparte de Milena? ─ le preguntó él.
─Ahhhh...bu….
─Bueno niños ya es momento de irnos ─ dijo Lucia, dijo poniendo palido al guardespalda ─ Alonzo, me preguntaba donde estabas, Maximus no sale sin ti ─ comentó ella mientras los niños bajaban de la piernas del griego y cada uno tomaba su mochila.
─Se….se…. señora, yo lo intente, de verdad que lo hice ─ se defendió él.
─Dudo mucho que de verdad lo hayas hecho ─ tomando la mano de los niños ─ despidanse de Maximus niños ─
─Adiós ─ dijeron ellos.
─Nos vemos ─ dijo con la esperanza de que algún día se vuelvan a ver.
─Cuidalo Alonzo, se golpeó la cabeza con una maleta en medio de la turbulencia y tiene un poco de sangre también, que vea a un doctor, adios Maximo ─ dijo ella para después irse con los niños.
Aunque sí quería mucho decirle, todo quién era ella, quién eran los niños para él, qué garantía tenía de que él le creyera de verdad, apenas se habían conocido hace unas pocas horas, no le iba a creer en lo absoluto, era mejor no intentarlo.
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Editado: 03.01.2022