Elian:
El sonido de los autos pasar de un lado a otro, el agua introduciéndose en mis botas mientras estas rechinan en el suelo, el frío de la noche colándose por mi cuello, unas de las tantas razones por las cuales vivir en San Sebastián seguía siendo mi lugar favorito, excepto que ahí ya había dejado demasiadas huellas y resultaba riesgoso, más ahora cuando Bahirava tenía éxito en su busqueda, ¿Quién lo diría?, ese hombre se veía tan noble ante ojos inocentes sin saber la realidad de su alma.
Entrar a Estados Unidos no fue tal dificil, Axel era responsable en gran parte, el tiempo en el cual congueniamos juntos, él me ayudo de muchas maneras, gracias a sus influencias pude obtener mis papeles en regla, tenia planes con ese chico pero todo eso se fue muy lejos cuando su padre decidio mandarlo a otro país, él mismo no sabía cuál era su destino, ahora solo es parte de mi pasado y tal vez yo tambien sea parte de eso en su vida.
Ojalá yo también pudiera regresar a mi hogar, tener a un padre que opinara de mi vida, tengo tan pocos recuerdos, los ojos de mi madre, su rostro cubierto de sangre, esa voz agonizante saliendo de su garganta, muy pocos recuerdos de felicidad y más de dolor, de muerte, recuerdo a mi hermano, sus facciones eran idénticas a las mías, siempre jugábamos a tomar el papel del otro para engañar a mamá, pero ella siempre descubría la verdad, a veces a mi padre era más fácil engañarlo, era más despistado, mamá se burlaba de él a carcajadas, ese sonido tan dulce proveniente de su felicidad. Jamás volví a saber de él, de Aditya, la magia azul separo nuestros caminos, pero sé que está con vida, en ocasiones puedo sentir su ira, su temor, siempre he dicho que es más débil, pero tal vez yo sea más débil al creer ser mas fuerte, tengo esperanzas de volver a verlo a él y eso preciosos ojos, los hermosos ojos de mi amada.
El pitido de los autos me regresa a la realidad, acomodo la mochila que cuelga a mis espaldas donde traigo lo esencial, acomodo algunos mechones de mi rebelde cabello que han salido de mi gorra. Levantó la vista al cielo, tengo entendido hoy había luna llena, lo que la luna es opacada por esas oscuras nubes que cubren todo el cielo, señal del paso de una tormenta.
Hace algunos años atrás estuve en este mismo país, conozco el lugar, sus calles, las casas.
California, fue un lugar acogedor, lo sigue siendo, sin embargo su clima no es muy de mi agrado.
Suelto un suspiro acomodando mis manos dentro de los bolsillos de mi chamarra negra, detengo mis pasos observando como algunas casas las luces siguen encendidas, otras están en total silencio.
El aire acaricia mi rostro haciendo que un olor extraño pero familiar inunda mi nariz, el olor a flores, a rosas en particular llega con intensidad cubriendo su fragancia en mis fosas nasales, la imagen de aquel jardín que alguna vez existió reaparece dentro de mi mente. Algo en mi cuello comienza a quemar mi piel, justo en el lugar donde fui marcado por mi amo el Sol, suelto un gemido de dolor llevando mi mano a un costado de mi cuello y frotó con suavidad mi marca, nunca había pasado esto, solo sentí algo similar el día en el cual mis poderes llegaron.
Un sonido de dolor me hace fijar la mirada por las casas más cercanas, pero todo parece estar en silencio, puede ser el cansancio del viaje, ¡Que locura!
一 ¡¡¡Ahh!!! 一 suelto un pequeño quejido por el ardor en mi cuello.
El sonido se presenta nuevamente hacia la dirección de unos frondosos árboles no muy lejos de aquí. Camino con firmeza dirigiéndome hacia los sonidos, alguien podría estar en serios problemas ‘‘Elián ¡Detente!, no es asunto tuyo’’ mi subconsciente ruega no meterme en líos de terceros, solo que algo dentro de mí me pide ir, es como si aquellos sonidos de dolor me llamasen a mí.
Suelto un suspiro al llegar hacia lo que parece ser un jardín, mis ojos se abren al ver la silueta de un hombre arrodillado en el suelo dándome la espalda y los sonidos venir frente suyo, es la voz de una chica, ahora puedo distinguirlo mejor, sin soportarlo más, me acerco con prisa hacia su dirección, y el ardor en mi cuello se intensifica, trago hondo para no hacer notar mi presencia, nunca he soportado ver cómo lastiman a una mujer.
一 No lo soporto John 一 sussurros hablan, haciendo que detenga mis pasos, esa voz, juro que me es tan familiar, de algún lado he escuchado esa voz.
一 ¿Qué tiene? 一 preguntó torpemente.
Puedo ver como la espalda del chico se tensa al instante de escuchar mis palabras, con agilidad se levanta del suelo girando para darme la cara, unos ojos cafés se cruzan con los míos mirándome con intensidad, puede tener mi edad, bajo mi vista observando como apuña sus dos manos, alzó las manos en señal de rendición.
一 Solo preguntaba 一 respondo viendo sus cafés fijamente.
一 ¿Quién eres?!!! 一 pregunta con exigencia, mientras me ve de los pies a la cabeza, buscando alguna anormalidad, si supiera la verdad de mi ser.
一 Yo solo quería ayudar 一 contestó omitiendo su pregunta, dirigo mis ojos a sus pies, donde una chica está de espaldas abrazando sus piernas, ella parece no notar mi presencia.
Nuevamente el ardor en mi cuello hace que lleve mi mano hacia esa dirección, el chico observa con cautela mis acciones, hasta que abre los ojos sorprendido al notar mi marca, quitó mi mano del cuello y cubro mi piel con el cuello de la chamarra, odio que alguien pase tanto tiempo observandome, ¡me irrita!.
一 ¿Tu? 一 levanto mis cejas en señal de confusión 一 Entonces es verdad 一 ahora este que tiene.
一 Oye amigo, no sé qué suceda contigo y tampoco me interesa, suerte 一 una vez dicho lo último, doy la vuelta para marcharme de ahí, esto es estupido, ni siquiera sé en qué estaba pensando en venir aquí.
一 Hoy será marcada por nuestra diosa Luna 一 mis pensamientos se esfuman todos en un instante gracias a sus palabras, volteo nuevamente hacia su dirección, el chico observa hacia la dirección de ella, ¿Enserio esto esta pasando?.
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Editado: 02.07.2021