Capítulo 1

17 años después

Estaba parada frente al espejo, viéndome por milésima vez, me había cambiado de ropa unas diez veces al menos, pero seguía sin agradarme lo que veía en mi reflejo, pero sabía que nada tenía que ver con la ropa o los zapatos que usara, solamente no lograba reconocer a la chica frente a mí, me sentía una desconocida, sentía como si la vida se hubiera reído a carcajadas durante mucho tiempo haciéndome creer una vida que estaba muy lejos de lo que en realidad era.

Había pasado un mes desde que todo explotó en lo que creía era mi realidad, un mes en el que los sentimientos no se marchaban sin importar cuando intentara echarlos fuera de mí, la confusión, la traición, el enojo se aferraban con fuerza sin dejarme salir, aun cuando cientos de preguntas rondaban por mi cabeza sin cesar, no me atrevía a pronunciarlas en voz alta, por miedo a que las respuestas solo me provocaran dolor y desilusión.

Luego de todos lo eventos y noticias tras mi secuestro creí que por fin todo terminó, aun cuando el maldito de Evan me confesó una verdad que derrumbó mi mundo en aquel instante, diciéndome que quienes creía eran mi familia en realidad no lo eran, que fui robada de mis verdaderos padres, aun luego de eso pensé que podría continuar mi vida con tranquilidad, pero eso no era cierto, muy en el fondo sabía que nada volvería a la normalidad luego de enterarme de esa verdad.

Ni siquiera había logrado volver a entablar una conversación decente con mi hermana Care, mi hermana, incluso esa palabra se sentía rara. Yo sabía que no era responsable por lo que sea que sucedió en el pasado, ella al igual que yo era una niña y le agradecía por hacerse cargo de mi durante todo este tiempo aun cuando ni siquiera compartíamos sangre, pero en cada ocasión que estábamos cerca, veía en su mirada la intención de querer hablarme sobre la situación y explicarme el porque nunca me dijo la verdad, a lo cual yo siempre me escabullo como vil cobarde negándome a escuchar, sé que tarde o temprano debo hacerlo, enterarme para poder responder a todas las preguntas en mi cabeza, pero justo ahora, no estoy lista.

Tomo un poco de corrector de ojos de mi tocador, aplicándolo bajo mis llorosos ojos, me siento sorprendida de como mi cuerpo puede seguir produciendo lágrimas luego de todo lo que he llorado, ha sido como mi pasatiempo favorito, manteniéndome enrollada en cobijas dentro de mi cama, levantándome solo para comer e ir al baño.

Josep y Hellen han venido casi todos los días, intentando instarme para levantarme y acompañarlos a algún sitio, pero siempre tenía ese incesante miedo que no se iba, sentía que en cuando pusiera un pie fuera de la casa, alguien podría estar ahí, intentando atacarme y hacerme daño, imaginaba el rostro de Evan o Sam rondando por ahí, esperándome.

Aun cuando sabía que eso era imposible, la sensación de pánico y miedo me atormentaban, Hellen me sugirió ir a una terapia con un psicólogo que me ayudara a superar los traumas luego de ser el objetivo de dos psicópatas, pero no me siento preparada para contarle a nadie lo que sucedió, menos después de que mi caso estuviera en todos los noticieros, siendo noticia en redes sociales también, no solo por mi secuestro a manos de dos de los chicos provenientes de las más poderosas familias de la ciudad, sino porque todos hablan de mi como la chica desaparecida hace tantos años.

Incluso tuve que cerrar todas mis cuentas en redes sociales, luego de leer todas las especulaciones y mensajes que la gente me enviaba, muchos incluso me culpaban por haber vivido ese infierno por parte de Evan, muchos otros decían que lo más seguro era que solo intentaba obtener popularidad con esto y ni siquiera era esa niña perdida de la que tanto se hablaba, que solo era una impostora buscando dinero, los comentarios eran cada vez más dolorosos y hasta ofensivos, así que decidí alejarme de todo eso, poner una barrera, aun cuando no debía importarme lo que personas que no conozco pensaran, por una razón sus palabras eran como dagas hacia mi pecho.

Por su parte la policía estuvo rondando constantemente, haciendo preguntas y tratando de solucionar muchas cosas, tuve que ir a realizar mi declaración y casi me desmayo cuando me encontré de frente con los padres de Evan, su madre, o más bien su tía estaba desconsolada, podía entenderla, posiblemente debió ser una pesadilla saber que compartía el mismo techo con el asesino de su hija y ahora debía darle sepultura.

La policía dijo que luego de evaluar a Sam determinaron que es una persona inestable mentalmente, por lo cual, en lugar de ser remitido a una cárcel, sería llevado a una clínica psiquiátrica en donde lo atenderían. No me interesaba lo que sucediera con él, yo solo necesitaba la completa garantía de que jamás volvería a estar suelto por ahí, cerca de mí o de las personas que me importaban, aunque él no había sido la principalmente mente detrás de mi infierno, disfrutó tanto como su hermano haciéndome daño y dañando personas que amo, como Josep.

No pude evitar sentirme tan estúpida, torturándome constantemente por haberme dejado engañar por Evan, pareciendo un buen chico, todo un caballero en el que se podía confiar, sentí asco de cada ocasión en la que me dejé tocar y besar por él, no podía negar que me sentía incluso feliz de que estuviera muerto, sé que todos hablan sobre el perdón y esas cosas, pero llevarlo a cabo no es fácil, saber que nunca más podrá regresar a dañarme de alguna forma se sentía bien. Incluso seguía teniendo algunas pesadillas en ocasiones, recordando su macabra risa, a él golpeándome, torturándome, lo veía levantarse luego de que le dispararan, diciéndome que jamás se iría, siempre despierto sudada y gritando, sintiendo la tranquilidad al saber que está muerto, que Jake lo asesinó.