En la espesa niebla, ahora se encontraba Sal en busca de Miel, con la ayuda de la linterna de su teléfono, ahora puede ver el camino, quizás no sea tan grande el área que ilumina, pero sí es lo suficiente como para poder reaccionar en caso de haber algún posible peligro, si se tratase de llegar a dar un aproximado, sería de unos dos a tres metros aproximadamente.
Sal no dejaba de seguir creyendo que todo esto podría ser algo bueno en cierta manera, sin embargo, el no tener ni la menor idea de como salir de aquí, encontrar a Miel o por lo menos de dónde se encontraba, eran puntos que lo volvían también en un blanco fácil.
Pero en realidad ya se había mentalizado que ya sea que se quedara en el mismo lugar donde estaba antes o bien que caminara sin rumbo, al final no había diferencia en lo absoluto, ya que la muerte era algo que le esperaría en cualquiera de las dos situaciones.
Mirando siempre de un lado a otro, mientras mantenía un paso firme y cauteloso, se adentraba entre un camino de tierra sin nada más que obstaculizara su caminar. Así que trato de seguir viendo de un lado a otro en busca de encontrarse con algo que le diera una pista de como salir de este lugar o de dejar algún rastro con el cual pudiera guiarse en esta espesa niebla.
Seguía caminando y caminando por horas sin llegar a ni un lado, no sabía si es que estaba dando vueltas en circulo o no, lo único que estaba seguro es que tendría que terminar en algún sitio al final, ya sea el mismo lugar donde empezó o bien en un sitio totalmente diferente al que estaba antes.
Pensó por un momento, ya habiéndose aburrido de andar sin rumbo, que debía de ser mejor el poder correr y ver que es lo que pasaba, si estaba dando vueltas o no era algo que averiguaría, así que empezó a ir subiendo su velocidad de poco a poco, esto podría ser un completo malgasto de energía si lo vemos desde un lado, pero fue la mejor idea que se le pudo venir a la cabeza. Y así fue, estos esfuerzos no fueron en vano, puesto que después de un poco más de tiempo, llego a ver lo que era zacate delante de él.
Sal, al ver el zacate, inconscientemente se detuvo y se quedo mirando con detenimiento, algo no parecía estar bien en todo esto, no sabía el qué fuera esta sensación, pero en realidad no se podía negar que si fuera ya algo desconfiado con lo que ve en este lugar se volviera en algo totalmente natural desde un principio.
Sal, determinado a seguir avanzando, empezó a caminar despacio en dirección al zacate, pero por más que caminaba y caminaba, no lograba llegar hasta este, era como si lo que veía frente a él no era nada más que una simple ilusión. Esto le daba una desagradable sensación y no podía siquiera imaginarse si esto era algo bueno o no, pero en realidad tampoco quería perder la esperanza de que esto pudiera ser alguna clase de señal, una pista única que le mostrara hacia donde ir.
Sin siquiera dejar que esto lo desanimara, empezó a ir aumentando la velocidad de sus pasos hasta empezar a trotar, en el momento en que empezó a trotar algo nuevo fue lo que sucedió, en realidad empezó acercarse cada vez más al zacate, esto era algo que le hacía ver que podía llegar si empezaba a correr.
Sin dudarlo ni un poco más, empezó a correr y de esta manera logró llegar hasta el zacate que parecía tan lejos al principio, pero ahora lo había logrado pisar sin tomar tanto tiempo como cuando estaba caminando. Viendo que esto había sucedido, sólo pudo considerar que para avanzar en este lugar, no podría hacerlo caminando, sino que tendría que trotar o correr en el mejor de los casos.
Para corroborar esta hipótesis, Sal empezó a correr en dirección contraria y justo como lo había supuesto, llegó a la parte del camino de tierra con suma rapidez y al seguir de esta manera sin parar, logró alcanzar lo que era el otro extremo. Al hacer esto, la linterna al fin logró penetrar esta niebla más y mostrar que en realidad lo que le había parecido una eternidad era nada más que unos dos metros de distancia.
Al parecer este lugar no dejaría que avanzara si camina, así que, sabiendo que aún no tenía mucha resistencia, empezó a trotar. Para sorpresa de él, el haberse mantenido ya en este lugar saber cuanto tiempo, empezó a mostrar sus frutos de tener que gestar caminando y escapando en todo tiempo de las criaturas que habitaban este lugar, puesto que podía mantener su ritmo a pesar de haber hecha esas pruebas de antes.
Lo irónico en esto era que no aunque no se deberían de sentir cansados al caminar al igual que ni hambre llegarían a pasar, al correr sí llegaba a sentirse fatigado al igual que trotar, esto era un fenómeno que no podía comprender, no por ser que se agotara al correr, sino que podía caminar por bastantes horas sin cansarse en absoluto, pero correr si se basaba demasiado en su propia resistencia, así que si no tenía mucha, sólo podría hacerlo como cinco minutos como máximo, por supuesto que ahora ya podía hacerlo por un tiempo mucho más largo.
De esta manera, y al fin avanzando, fue que Sal empezó a explorar este lugar y a buscar a Miel en este entorno, ahora con una pequeña idea de como funciona este lugar, podría ser capaz de salir de esta situación.
Editado: 28.06.2025