Eran las 7 de la tarde y aún estábamos en el sector negro practicando, los exploradores se encontraban arreglando todo en la otra sala.
Alexander me dijo que esto sería lo último. La verdad había aprendido mucho en tan poco tiempo. Tampoco era la viva imagen del señor Miyagi pero podía defenderme.
—Sí te ahorcan por atrás — dice explicándome mientras se posiciona detrás mio y hace el movimiento rodeando mi cuello con sus brazos, quedando una detrás de mí nuca — Tienes que tomar la mano de tu nuca, la que está justo encima de tu cabeza, esa es la principal, no la que rodea tu cuello por el frente.
Hago mi mayor esfuerzo para entender mientras escucho atenta.
—Mete las manos debajo del codo de mi brazo de al frente y tira de el. — me dice , hago exactamente lo que dice y inmediatamente siento que mi respiración se acorta más. Suelto enseguida. — Aquí solo estas poniendo más presión en la carotida y va a ser más fácil que te duerman.
—No se porque hacemos esto, es estúpido, nadie va a ahorarme. Esas cosas con suerte caminan.
—No hables. — me dice y yo ruedo los ojos. — entonces en lo que habíamos quedado, debes tirar de la mano de tu nuca hacia adelante, lo más que puedas, harás que el brazo del agresor se tense y te suelte.
Hago exactamente lo que dice, tomó su mano de mi nuca y tiro hacia adelante con fuerza.
Alexander se queja automáticamente.
—Despacio, ¿Quieres quebrarme el brazo? . — dice volviendo a la posición inicial.
—Perdón creo que me excedí.
— Yo también lo creo. — dice soltando una leve risa— ahora de nuevo. Pero por favor con más cuidado. Quiero conservar mi brazo.
Rio y lo hago de nuevo.
Se escucha que la puerta principal se abre, ninguno de los dos abandona la poción porque ocurre muy rápido.
Nuestras miradas van a la persona que acaba de ingresar. Connor entra con expresión aburrida.
—¿Interrumpo? – dice
Alexander baja sus brazos y se pone a mi lado.
—Quieres la verdad o la mentira? — dice Alexander.
No dejo que nadie conteste y hablo.
—Ya estábamos terminando.
—Han estado aquí todo el día— dice más serio de lo habitual.
—Lo que pasa es que la señorita aquí presente es un poco lenta para sus cosas, por eso nos tomó un poco más de tiempo.
—Ya veo — dice Connor mirándome y pasa la mirada a Alex. — ve a descansar mañana partiremos a primera hora.
—Como ordene — dice Alexander dedicándole un saludo militar, mientras ríe. Se gira hacia mí. — Nos vemos. — sonríe y le devuelvo la sonrisa.
—Gracias por enseñarme — asiente y se va.
Me quedo a solas con Connor.
—Tú también deberías ir a dormir. Ya es tarde.
—Son las 7 y media. — le digo.
—Te perdiste el almuerzo — me dice ignorando mi comentario anterior.
—Estaba ocupada.
—Sí, con Alexander.
—Entrenando con Alexander. — le hago saber.
—Ya .
—Estaba entrenando con él, porque alguien no quiso hacerlo.
—Estaba ocupado.
—¿Haciendo que? — le preguntó.
—Cosas — dice.
—Lo imagine. — digo avanzó a la salida.
—Espera. —Giro quedando frente a él. — Tú almuerzo esta en la cocina. Le pedi a Martha que te lo cuidara.
—Gracias.
Salgo de la zona negra y camino hasta mi cuarto, no tenía hambre solo quería darme una ducha y dormir.
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El día había llegado, nos encontrábamos en círculo alrededor de una mesa de metal, sobre ella había un mapa, Coonor nos daba indicaciones.
—Aquí se encuentra el supermercado más cercano —marcó con un plumón rojo la zona. — Si no tenemos inconvenientes estaríamos llegando antes del anochecer, nos iremos una semana así que recuerden llevaremos provisiones para esos días.
—Deberíamos estar abiertos a la posibilidad de que el supermercado este saqueado —Dante, quinto integrante de los exploradores había hablado por primera vez.
Ruedo los ojos.
Dante es... como decirlo para que no suene tan feo : insoportable. Lleva 10 años en los exploradores tiene 36. Y es un completo inútil.
Nunca hemos tenido buena relación, tampoco e echo nada para mejorarlo, parece tener un odio a la sociedad por lo que se descarga con todo el mundo.
—Si eso pasa nos dirigiremos a este lugar —Marca con un plumón azul la zona —Es una fábrica, está a unos pocos kilómetros del supermercado, ahí podríamos correr con mejor suerte. Nuestra misión es de reconocimiento de área y la extracción de materiales. No de alimentos, por lo que el supermercado será nuestro punto de inicio.
Todos asienten.
—Recuerden mantener la cabeza fría, no importa con lo que nos encontremos allá arriba, ustedes van a actuar con lógica y procederán como crean correcto — guarda el mapa. — Ahora pueden prepararse .
Todos teníamos una mochila con una manta , 5 botellas de agua y comida para una semana, me acerqué a Dante quien repartía las pocas armas que teníamos y le extendí mis manos para que me entregara una, el me miro confundido, bueno, no se si esa sea la palabra adecuada.
—No puedes tener un arma — explica.
—Y como se supone que me defenderé? con el aire?.
—Nosotros te protegeremos, ¿siquiera sabes ocupar una de estas? — alza la pistola.
—Entregale el arma Dante. — dice Connor llegando hacia nosotros. .
Él lo hace sin protestar, yo sonrió.
—Solo trata de no apuntarme con eso —me dice— Quiero vivir otro día.
No respondo y me alejo del lugar.
—¿Lista? — pregunta Tyler quién venía con Camila.
—Lista — repito.
—Bien, ahora te pondré esto — dice acercándome un chaleco antibalas. Todos los demás ya tenían uno.
Me pongo la mochila sobre mis hombros y el arma en el lado izquierdo.
Los exploradores tenían otro tipo de armas, yo solo tenía una pistola.
—Aquí vamos.. — dice Tyler para él, pero logre escucharlo.
Avanzamos hasta la salida del búnker, era un túnel de unos 15 metros de altura, completamente oscuro, Alexander nos guiaba con ayuda de una linterna, había estudiado la infraestructura del túnel y sabía perfectamente dónde ir. Atravesamos el túnel en silencio, el corazón me iba a mil por hora, solo nuestras respiración hacía eco con el túnel.