Prólogo

Creo que hay historias que vale la pena oír, historias que te marcan el alma y se meten tan profundo en tu piel que puedes sentir lo que pasa e incluso lo que no. Y espero que ésta sea una de ellas.

Él nunca pidió coincidir conmigo, ni yo con él.

Él siempre quiso algo que yo nunca creí poder darle.

Yo nunca esperé mucho de él.

Yo siempre creí estar completa hasta que lo conocí a él.

Y hoy, con 70 años, quiero contarles como pas...

- Te pones muy sentimental cuando hablas de nosotros, pasita.

Yo lo mato.

Mis nietos rieron cuando oyeron el apodo que me había puesto, que no era para nada original, si se me permite decir...

- Eres un viejo chismoso y feo, vete, déjame seguir con la historia.

Bruno río, me besó la mejilla, y con toda la facilidad con la que sus 73 años le permitía, se fue caminando hacia la sala.

Mientras, yo aproveché esa oportunidad para poder continuar.

- Ahora, como iba diciendo, les quiero contar...

- ¡Abuela, dame galletas antes de empezar!

Di un ligero masaje en mis sienes, Alex era muy infantil a pesar de tener 15 años.

- Bien, pero después cierras el pico y me dejas contar.

- Acéptalo Tata, me amas.

Suspiré, negué con la cabeza y con una sonrisa fui hasta la cocina por un par de galletas para todos, cuando regresé puse el plato en la mesa de centro y pude continuar.    

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¡Hola! Esta es mi primera historia, realmente espero que les guste y que puedan amar cada letra de ella, pues de verdad me estoy esforzando.

Con mucho lof, K.❤🤞