Por Siempre

Capítulo 13|"Cigarrillo"

Abby

Bárbara y yo nunca nos habíamos llevado bien en lo absoluto. Y a mí parecer todo radicaba en ella; pues fue ella quien me atacó desde un principio. Desde que nos conocimos nunca le agradé y eso es algo que no consigo entender y que ya a esta altura poco consigue importarme.

Había aceptado venir a visitarla por mi padre, porque él me lo había sugerido y aunque pude haber dicho que no, no lo quise así.

Nunca antes había estado en un Centro de Rehabilitación. No parecía ser un lugar terrible, pero tampoco daba la impresión de ser un sitio en donde se pudiera pasar una estadía agradable. Lucía aburrido, no conseguía imaginarme a Bárbara quedándose a voluntad propia en aquel lugar.

Papá me había dejado en una especie de sala de espera en lo que él iba a realizar los trámites pertinentes. La sala era pequeña y consistía en dos pequeños sofás y uno más grande en medio de los pequeños. Me mantuve ahí, tranquila, mientras aguardaba a que Josh regresara y ésta vez junto a Bárbara.

ᅳSólo tres días, es lo que ella ha dichoᅳEsa era la voz de mi padre acercándose. No tardó mucho en aparecer en la salita junto con mi hermanastra. Ella vestía una camiseta blanca enorme y holgada unto con unos pantalones de género color gris. Su cabello rubio lucía desordenado, pero aquello le sentaba bastante bien. Lo único perturbador en su aspecto era na delgadez extrema. ¿Qué había ocurrido con Bárbara? La chica que tenía frente a mí era apenas un costal de huesos.

ᅳHolaᅳsaludé. Ella me correspondió en un susurro y se fue a sentar en el sillón enorme, donde papá se acomodó luego junto a ella.

ᅳLe contaba a Barbi que...ᅳempezó a decir papáᅳ, Kath me dijo que Bárbara debería pasar aquí internada al menos tres días, después podrá volver a casa. Katherine ha conseguido licencia para cuidarte por unos días.

ᅳAl menos podré salir de aquíᅳopinó ella, no pareciendo estar del todo contenta con la idea.

ᅳSí, buenoᅳcontinuó Josh, mi padreᅳ.Abby terminará las clases más temprano éste año, por lo que quizá ustedes podrán pasar más tiempo juntas. Será una buena oportunidad para que se relacionen mejor. ¿No creen?

Se creó un silencio incómodo. Ella no dijo nada al respecto y yo tampoco lo hice. Papá notó aquello y consiguió desviar el rumbo de la conversación a otras cosas sin importancia que no tenían relación alguna conmigo, él habló del trabajo y de Katherine. Bárbara también estaba en silencio, como yo. Me parecía extraño pensar que ella seguía siendo la misma persona pesada e irritante de antes.

ᅳ¿Cómo van tus notas en el colegio, Abigail?ᅳMe sorprendió de sobremanera que Bárbara se dirigiera a mí. No lo hizo en un tono preocupado, pero a decir verdad, ella estaba actuando a modo ausente para todo.

ᅳ¡Oh! Eh... Bien. Bastante bien.

ᅳ¿Y qué hay de Christian?

ᅳEl trabajo apenas le deja tiempo, pero hasta donde sé todo marcha bien.

ᅳEso es bueno.

ᅳ¡Por supuesto!ᅳPapá parecía mucho más animado ahora que nos veía interactuarᅳ. Mañana, cuando salgas de este lugar, podríamos organizar una comida en casa, ¿Qué les parece la idea, chicas?

ᅳ¿Mañana?ᅳOh no. De ninguna manera podría. Le había prometido a Fei que sería su conejillo de indias nuevamente e iríamos donde Arúna. No iba a fallarle, no después de lo ocurrido antes con el afrodisiaco.ᅳMañana no puedo, pero pueden hacer algo sin mí de todos modos, ¿no?

ᅳLa verdad es que yo no tengo ánimos para ningún tipo de junta, aún por muy buena sea la intención. Gracias, Josh, pero paso por esta vez.

ᅳEn ese caso no hay problemaᅳdijo mi padreᅳ, entonces...

Dejé de prestar atención a lo que decía papá desde ese momento. Mi vida había llevado un camino redondeando a lo tranquilo por un buen tiempo, cosa que juzgando mi mala suerte, tarde o temprano debería de acabar y justamente algo me decía que ya había llegado ese momento para nada deseado.

ᅳ¿Me disculpan un momento?ᅳllamé la atención de Bárbara y Josh distrayéndoles de su charla. No aguardé por una respuesta concreta, tan sólo me paré y caminé alejándome de la pequeña sala.

¿Por qué lo hice? No estaba segura de la razón lógica, nada más sentí en el momento la necesidad de alejarme y caminar, y fue de ese modo como acabé por acercarme a algo que quizá no me convenía.

ᅳ¿Estás perdida?ᅳpreguntó la voz de un hombre tras de mí. Aquello me causó calosfríos, pues tuve la impresión de haber sentido sus labios susurrando muy cerca de mi oreja.

ᅳNoᅳrespondí de inmediato con voz firme y volteándome para verle a la cara. Tenía pinta de ser un hombre muy mayor, lucía demacrado, su rostro mostraba unas ojeras profundas y era tan flaco que parecía pesar incluso menos kilos que yo.



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En el texto hay: vampiros

Editado: 12.04.2018

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