Capítulo 23|"Carpe diem"

Abby

Me comenzaba a sentir incómoda por dos razones; la primera, una potente incomodidad en mi entrepierna. Una que por cierto, yo misma me había buscado al estar con Hunter... pero ¿cómo iba a saber yo que sólo sería cuidadoso la primera vez? 
En fin, la otra razón de mi molestia era Matthew. Lo conocía tan bien que nada más su silencio podía decirme que se hallaba tenso.

Hacía un frío apenas soportable, y yo no iba del todo abrigada que digamos. Matt llevaba encendido el aire acondicionado, su vista parecia concentrada en la pista y su ceño no estaba para nada relajado. Quería saber si acaso su conversación con Nícolas le había dejado así.

No encontraba la manera de ser discreta. No solía preocuparme por serlo con Matthew, pero por alguna razón en aquel momento me parecía que debía encontrar las palabras adecuadas. Aunque tal vez podría tardar un buen rato en ello.

ᅳ¿Qué has comido?ᅳMal inicio de conversación. Mi torpe cerebro funcionaba terrible cuando estaba nerviosa.

ᅳ¿Qué?

ᅳQuiero decir... ¿Qué tal todo con Christian?ᅳmusité una maldición. En cualquier momento acabaría por decir que necesitaba comprar más ardillas en la librería.

ᅳ¿Te ocurre algo?ᅳMatt fijó sus ojos en mí por un segundo. No parecía estar de buen humor.

Negué con la cabeza y guardé silencio. No parecía que fuera el momento más oportuno para comenzar una conversación.

ᅳMatt...ᅳllamé a su nombre al darme cuenta de que nos habíamos pasado. Si él quería llegar a mi casa, se había desviado del caminoᅳ. ¡Matt!

ᅳ¿Eh?ᅳNi siquiera me miró. Parecía no estar enterado de que algo andaba mal.

ᅳEste no es el camino, te has pasado.

Matthew maldijo y manubrió el auto de manera brusca , cambiando de dirección. Estaba segura de que su técnica no había sido correcta, pero por suerte no habían muchos vehículos en el lugar.

ᅳAlgo te ocurreᅳafirmé.ᅳ¿Qué es?

ᅳNada, ¿Por qué piensas eso?

ᅳEstás a la defensivaᅳobservéᅳ. Además, tú sueles estar de buen humor la mayor parte del tiempo, el gruñón siempre es Chris... No lo sé, no me gusta verte mal.

ᅳTe he dicho que no estoy malᅳ.Esta vez su tono de voz fue algo más suave.ᅳ, y bueno, quizá sí pasó algo, pero no es nada de lo que tengas que preocuparte.

ᅳ¿Tiene que ver con el señor Nícolas?ᅳDe nuevo mi bocota y la curiosidad se adueñaron de mí.

ᅳ¿Eh? No, no es esoᅳEstaba a segundos de preguntarle más acerca del tema, pero de todos modos él acabó diciéndome, a pesar de no parecer del todo convencido con la ideaᅳ.Fue Christian... le conté algo, y... sabía que no le agradaría mucho, pero jamás pensé que fuera a ponerse tan idiota. Sólo eso. Me molesté porque yo siempre le apoyo en todo y él..., es complicado.

No era el mejor momento para sacar a relucir mi obsesivo shipeo hacia Matt y mi hermano mayor, pero ¡Santa cachuchas! Que sí tuve ganas de hacerlo. 
Debía intentar ser más seria.

ᅳBueno, tú y yo sabemos perfectamente que Christian es un gruñón de primera categoriaᅳopiné. Vi como una ligera sonrisa se dibujaba en su rostroᅳ. ¿Y sabes? Si tienes algún tema que te acompleje, puedes hablarlo conmigo. Yo no me enojaré como mi hermanito.

ᅳEn ese caso, gracias, pequeñaᅳDe nuevo el viejo Matthew estaba conmigo. Aquél sujeto adorable que me conocía desde que era una niña chiquita.

ᅳ¿Y bien?ᅳMatt me miró de reojo haciéndose el desentendido. O bueno, quizá en realidad no comprendía a que me refería.

ᅳ¿Y bien qué?

ᅳ¿Qué ha sido eso que enojó tanto a mi hermano? Seguro una pequeñez, Christian tiene un carácter demasiado especial .

ᅳPues... en primer lugar no le gustó ver la puerta de su habitación destruida. Tuve que inventar una excusa para salvar tu pequeño culo. Por cierto, ¿Cómo pasó eso?

Oh, oh. Había olvidado eso por completo.

ᅳEs que... soy torpe a veces, ya sabes.

ᅳY sí que te pasaste esta vezᅳmurmuró. Ya no parecía tensoᅳ.Y pues... se enojó porque le dije que me estaba sintiendo raro con respecto a una chica.

Luego de oir aquello mi cabeza sólo repetía "Celos, celos, Marhistian es real". Pero claro, yo estaba demasiado mal de la cabeza como para pensar coherencias.

ᅳY a él, digamos que no le gusta esa chica para mí... O al revés, no le gusto yo para esa chica.

Solté un bufido exageradoᅳ¿Y él qué tiene que meterse? Si a te gusta esa chica, es asunto tuyo.

ᅳQuizá tengas razón, pero aun así es complicado.

ᅳ¿Por qué ustedes los adultos tienen que verlo todo tan complejo siempre?ᅳsolté una risa, aunque no estaba segura de por qué me reía en ese momento. Quizá de lo serio y raro del asunto... o quizá de Matthew siendo nervioso y torpe al conducir.

ᅳ¿Entonces me sugieres que le diga lo que siento a esa chica?