Por Siempre

Capítulo 26|"Pollito"

Abby

Honestamente yo creía que era un verdadero cero a la izquierda en matemáticas, pero la cosa en realidad no era tan así, y Matthew me ayudó a darme cuenta de aquello. 
Casi todo se me hacía ligeramente fácil y únicamente tenía ciertos problemillas en funciones, pero con Matthew ayudándome de seguro acabaría muy bien. 
Él en verdad era el mejor amigo que podría existir en la faz de la Tierra. Yo era muy afortunada de tenerlo conmigo.

ᅳ¿Te estás quedando dormida?ᅳNegué con la cabeza a su pregunta, pero la verdad era que sí. Estaba cansada y mis parpados poco a poco comenzaban a pesarᅳ.Sí, claro, estás despierta de seguro, pequeñaᅳironizó. Yo dejé caer pesadamente mi cabeza encima del montón de hojas que tenía sobre la mesa en donde me encontraba estudiando con Mattiᅳ, si continuas así tendré que cargarte dormida hasta la cama.

ᅳHazlo. No siento mis piesᅳ.Exageré, por su puesto, y todo porque ya estaba acostumbrada a abandonar la cordura cuando charlaba a solas con él.

ᅳCien ejercicios más y podrás ir a dormir.

Idiota. Sí, de seguro le haría caso.

ᅳ¿Es en serio?ᅳQuité mi rostro de entre las hojas y me dispuse a mirarlo a los ojos. ¿Ese hombre loco hablaba en serio?

ᅳNo, tontita, es broma. Ve a dormir.

Quise sonreírle, pero sentía tanta flojera que ni si quiera era capaz de hace una mueca estúpida. Por tanto, sólo me levanté y, curiosamente, apenas di un paso para dirigirme hasta el baño e ir a cambiarme de ropa, mi estómago hizo un ruido tan salvaje como animales en manada huyendo desesperados del fin del mundo.

Vale, sí. Debía dejar de exagerar.

Como fuera..., Matthew acabó explotando en risas debido a mi gruñido de panza de Winnie Poh insaciable. ¿Cómo era posible que tuviera hambre si ya había cenado? Y una cena muy rica, por cierto, una deliciosa cena preparada por Matt.

ᅳAsí que tienes hambre...ᅳse burló.ᅳ¿Galletas estarán bien para esa pequeña y loca pancita?

ᅳ¿Tienes galletas?ᅳconsulté, mostrándome más emocionada de lo debido.

ᅳNo. No tengo, sólo quería burlarme un poco de tiᅳdijo de forma natural, y en consecuencia le dediqué una mirada de odio ninja supremaᅳ.Ah, es mentira, sí tengo, y de tus favoritas.

ᅳ¿Chocolate?ᅳpregunté, y él asintió. Luego se dirigió hasta un mueble cercano en la cocina y me tendió después un suculento paquete de galletitasᅳ¡Gracias!

ᅳDe nada, niña loca, por cierto... ¿no está resultando esto muy pesado para ti? Después de todo yo fui el que insistió para que entraras al concurso.

ᅳNo, tranquilo, todo está bien. Además, pude haberme negado desde el principio.

Matt me sonrió dulcemente y luego me tomó por sorpresa acercándose de manera peligrosa hasta a mí.
Eso quería decir peligro, lo entendía a la perfección.

ᅳMatthew Spencer Leblanc, te lo advierto, no lo ha...

Pero sí lo hizo. 
Me atacó con sus poderes cosquillosos del mal.

Chillé y chillé hasta que logré soltarme. Cómo odié eso. Las ganas de hacerme en los pantalones fueron en extremo poderosas.

ᅳ¡Ya, ya!ᅳLo había empujado con una fuerza que creía desconocida. En serio que me había pasado. Él había caído al piso, pero por suerte tenía un poderoso trasero para que le jugara a su favor.

ᅳ¿Y eso?ᅳMatti me miró aparentemente enojado, pero enseguida supe que sólo jugaba, pues comenzó a reír.

ᅳ¡Ahora lo pensarás dos veces antes de atreverte a hacerme cosquillas!ᅳMis palabras sólo hicieron que se largara a reír todavía más fuerte, y al final acabé riéndo yo también de la situación.ᅳTonto... Ya, me voy a cambiar. ¿Podrías dejarme algunas mantas encima del sillón, por favor?

ᅳ¿Qué? Pero si perfectamente puedes usar mi camaᅳMatthew se acercó hasta una encimera en la cocina y tomó una zanahoria que estaba sobre ella. La mordió y el sonido junto con la situación me hicieron recordar a un gracioso conejito.

ᅳNo, no. En el sofá estoy bien.

Matthew asintió, puso los ojos en blanco y continuó devorando a la bonita zanahoria.

Para cuando regresé de cambiarme ropa, las mantas ya estaban sobre el sillón. Matthew también estaba allí, terminando de acomodar las mantas para hacer una improvisada cama para mí.

ᅳOye, deja eso, yo lo hagoᅳintenté quitar a Matthew del lugar dándole un ligero golpe de cadera, pero no funcionó.

ᅳNo, señorita. Además yo seré quien duerma aquí. Tú usarás mi cuarto.

Abrí la boca para rechistar, pero Matt posó su enorme mano en mi pequeña boca. Me cubría la parte baja del rostro casi por completo y apretaba mis mejillas. Era molesto y divertido.

ᅳ¡Ja! Qué graciosa te ves. Di "pollito"ᅳFruncí el entrecejo ante su payasada, pero él no se inmutó. No me soltóᅳ.Vamos, di po-lli-to. Es fácil.



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En el texto hay: vampiros

Editado: 12.04.2018

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