Capítulo 44 La Elección.

Leonardo

Estoy que no me aguanto de la felicidad que siento, de verdad soy muy feliz de ser padre, es algo.

Que siempre quise y más aún si es alado de alguien tan bueno como la hermosa mujer con quien voy a casarme realmente con el paso de los meses me di cuenta.

De algo estoy enamorado de Bianca, pues, me di cuenta de que por ella siento cosas.

Que jamás sentí por Briseida, la verdad es ahora me doy cuenta del significado de la palabra amor, ahora más que nunca no quiero que nada le pase a Bianca y a mi bebé necesito protegerlos a como dé lugar de la amenaza del tipo este Andrés.

La verdad es que he pensado muy seriamente el llevarme a mi mujer a España, controlar todo nuestro imperio desde ese país, pues, aunque amo México, esos tipos saben donde estoy.

Para ser sincero ahora que sé lo se lo dé mi hijo no me siento seguro, aunque tenga guardaespaldas tengo que pensar de verdad muy seriamente.

Lo que haré por ahora estoy un poco estresado, pues, han pasado 2 semanas desde que me enteré del embarazo y no puedo estar tranquilo, pues, porque estoy aterrizando por trabajo en Estados Unidos esta tarde mi mujer por desgracia no me va a poder acompañar, pues, por cuestiones de papeleo su visa no está lista así, pues, haré un viaje expresa.

No quiero dejarla sola, la verdad, sé que está con mi princesa Mariana, pero creo que ella no entiende la gravedad del asunto, pues yo me opongo a que mi mujer vaya a visitar a la señora Luz, quien.

Está enferma y no es que me moleste su amistad con ella ni nada, además de, pues, ella está muy enferma, solo su vecindario es muy poco seguro, le ofrecí a la señora pagarle una casa nueva con comodidades, pero es tan orgullosa que rechazó mi oferta.

Mi hermana sonsaca y está de tapadera para todas las veces que mi mujer se va a visitar a la señora Luz, de verdad eso es algo que me molesta demasiado para ser sincero, pues, aunque es mi princesa tiene que comprender, me amenazaron en ese anónimo.

Las cosas no son tan fáciles como ella piensa, tengo que proteger a mi familia, a mi mujer y a mi hijo, aunque eso signifique enemistarme con mi hermana.

En fin pensaba estas y muchas cosas más cuando de repente mi guardaespaldas principal Carlos se acercó a mí y me dijo en el oído algo que me molestó muchísimo.

Pues me dijo que mi, prometida y mi hermana iban rumbo a la casa de la señora luz.

Me dijo que el guardaespaldas de Mariana le había llamado para avisarle que mi hermana le había pedido que las llevara a casa de la señora Luz, así que muy enojado decidí marcarle a mi hermana para reclamarle a mi mujer, no le quise marcar, pues, sé.

Le iba a decir cosas y la pudieran alterar y no quería que a mi bebe le afectara, así que al segundo timbre se escuchó la voz de mi hermana que dijo.

—hola hermanito, ¿cómo estás y ese milagro de tu llamada?

—seré breve Mariana, pues, de verdad estoy furioso y solo te diré un par de cosas, espero te queden claras.

—Max, que te pasa porque me hablas así hermano.

—lo mismo te pregunto Mariana, que demonios te pasa porque llevas a mi mujer sin mi consentimiento a la casa de la señora Luz.

—Max hermanito tranquilo, todo está bien, ya casi llegamos no te pongas en ese plan.

— que no me ponga en ese plan de verdad Mariana, tú no entiendes la gravedad de la situación, me amenizaron a mí directamente a mi familia si entiendes.

—Max lo sé nos amenazaron a todos, yo soy tu familia.

—me vas a disculpar Mariana, pero mi familia principal es mi prometida y ahora mi hijo.

—o sea que estás tratando de decir que mis papás y yo no somos tu familia, eres mi hermano nací contigo, no puedes decir eso.

—si puedo y no es que no sean mi familia, solo que debes de comprender ya estoy formando mi familia, mi prioridad es proteger a mi mujer y a mi hijo.

—pues eso no lo discuto, está bien, pero debes comprender, no puedes mantener a Bianca en una jaula de oro, a mi amiga no le pasara nada, te lo aseguro, la protegeré, pues, yo adoro a nuestro bebé y a mi hermana.

—pues de verdad vaya manera de amar siendo imprudente y poniéndolos en peligro.

—ya te dije Máximo que estamos bien, no seas paranoico, nuestro bebé está bien, no pasa nada.

—discúlpame, pero te voy a corregir no es nuestro bebé es mío y de mi mujer solo es tu sobrino eso grábatelo entiende estamos en peligro mi familia y yo a ti no te amenazaron así que escúchame bien si a mi bebé o a mi mujer les llega a pasar algo yo te voy a culpar a ti siempre y se me va a olvidar que eres mi hermana estamos consíguete una vida Mariana forma una familia propia ya déjate de meter en la mía.

Después de decir esto, un silencio sepulcral se apoderó de la línea y solo fue roto cuando Mariana dijo.

—que bueno ya pusiste las cosas en claro, no te preocupes, te doy mi palabra sobre mi cadáver, lastiman a Bianca de acuerdo.

Después de decir esto mi hermana cortó la llamada cosa que me enfureció más, pues, de verdad, no comprende la gravedad de la situación.

Así que molesto intente volver a marcarle 3 veces más sin respuesta, pasaron al rededor de 10 minutos hasta que al fin contestó y fue entonces cuando furioso le dije.

—Mariana, de verdad llegaste al límite de mi paciencia.

—vaya, vaya, pero que tenemos aquí el magnífico de Máximo Montero hablándole de esa manera a Mariana Montero, su hermana, pero qué hijitos tuvo mi estimado Leonardo, por lo que veo tu elección será muy fácil.

—de que hablas, ¿quién eres tú y porque tienes el teléfono de mi hermana, quién eres.

—es cierto qué modales los míos, verdad permíteme presentarme, mi nombre es Andrés, peña, un muy buen amigo de tu padre, soy tu tío.

—sé quién eres maldito, enfermo, aléjate de mi mujer y de mi hermana, si te atreves a tocarles un solo cabello, te juro que te mato.

—ja, ja, ja querido sobrino, eres tan gracioso a mí, tus amenazas me tienen sin cuidado, me entiendes, tú vas a elegir a quien de las dos, me voy a llevar, sabes por qué me lo deben tus padres, me lo deben por qué por su culpa perdí al amor de mi vida a Megan.