Por siempre nuestro secreto

Capítulo 50 Lejos de el.

Sara

La noche se me hizo eterna no veía la hora de que ya amaneciera para poder ver a mi Leo.

Para contarle que vamos a ser papas aunque sé perfectamente que tal vez no me escuche yo quiero que él lo sepa.

Para ser sincera no sé cuál será su reacción cuando se entere espero que le dé mucho gusto como a mí y que se ponga feliz porque aunque esto no era parte del contrato.

Sé que las cosas ya son diferentes y que tal vez podamos estar juntos como un matrimonio de verdad ya que en nuestra última conversación él me dijo que le había pedido un tiempo a Megan.

Por qué ella se la pasaba reclamándole que él siempre estaba todo tiempo pendiente de mí.

De hecho él estaba por mencionarme que ya no tenía sentido seguirle mintiendo porque no me alcanzo a manifestar el por qué mencionaba que le estaba mintiendo a Megan cuando le manifestaba que no eran reales todas sus suposiciones.

Teníamos esa y muchas otras conversaciones más pendientes tantas cosas que aún nos faltan por vivir.

Cómo la etapa de ser padres criar a nuestro bebé juntos cuidarlo protegerlo.

Viajar a otro país conocer más rincones de México como él me lo prometió que me llevaría a conocerlos.

Aún nos falta mucho tiempo por estar juntos él tiene que despertar.

De repente por estar pensando todas estas cosas comenzaron a brotar lágrimas de mis ojos pues no quiero perder a mi Leo.

La sola idea de suponerlo me pone mal y aunque sé que tengo que estar tranquila por nuestro bebé no puedo evitar sentir este miedo y esta angustia que siento.

Pero no podía permitir que tampoco me vieran llorar no quería preocupar a nadie así que seque mis lágrimas y traté de lucir tranquila aunque no podía evitar seguir pensando en que no quería perder a mi Leo.

De repente fui sacada de mis pensamientos cuando escuché la voz de la señora Amelia que me decía.

—mi niña preciosa ya despertaste.

—si señora Amelia desde hace rato solamente que no quise despertarla pues sé que ha sido una noche muy larga y usted está cansada.

—nada de eso mi niña me hubieras despertado para estar contigo y con el bebé.

—no se preocupe señora Amelia el bebé y yo estamos bien.

—segura, mi niña.

—segura señora Amelia.

—está bien te voy a creer ahora bien tienes que comer algo para que ese bebe cito esté bien.

—si señora Amelia si comeré, pero antes quiero ver a mi Leo quiero saber como pasó la noche por favor puede llamar al doctor para ver si ya me puedo levantar para ir a verlo.

—mi niña tienes que comer además no pienso que haya pasado nada tu suegro no me ha comunicado ninguna noticia.

—es muy temprano señora Amelia son las 7 de la mañana por favor en cuanto lo vea después iré a comer lo que sea sin embargo quiero verlo tocarlo sentirlo.

—mi niña te entiendo yo también lo quiero ver sin embargo debes comer.

—por favor señora Amelia se lo ruego busque al doctor.

—ay mi niña está bien iré a buscarlo, pero seguidamente de eso debes de comer algo.

—claro que sí señora Amelia muchísimas gracias.

—no tienes nada que agradecer mi niña yo también opino que debes de ver a mi hijo para que le cuentes de su bebe para que tenga fuerza y regrese con nosotros.

—si lo sé señora Amelia es por eso que lo quiero ver para darle la buena noticia.

—muy bien mi niña enseguida vuelvo.

—si señora aquí la espero.

Mientras la señora Amelia salió a buscar el doctor me puse a revisar mi celular y contemplé que Jason me había mandado un mensaje para decirme que él y Marcus estarían aquí conmigo.

El lunes por la mañana pues ayer me llamó por teléfono para saber que era lo que había pasado y también se disculpó por no haber estado conmigo.

Le expresé que no había ningún problema pues yo entendía que él estaba en un viaje por parte del trabajo y Marcus estaba con él.

En la llamada de ayer él me comentó que me mandaría un mensaje hoy a primera hora para mencionarme que día estaría aquí conmigo.

En la conversación telefónica que tuvimos ayer no le comenté nada sobre mi bebe pues ayer hablando con la señora Amelia las dos llegamos a la conclusión de que por el momento solo unas cuantas personas sabrían sobre mi bebé.

Por supuesto que les contaría a Jason y Marcus sobre esta buena noticia, pero no por teléfono, ya que no es una noticia la cual se deba dar por este medio

Pues no podíamos olvidar el hecho de que el atentado por el cual mi Leo estaba en coma iba dirigido asía mi.

Y que mi vida corría peligro aún hasta que no encontrarán a los responsables de aquel atentado.

Por estos motivos fue que decidimos ocultar la noticia al menos hasta que todo se calmara y que claro ya no se pudiera ocultar lo evidente por qué al pasar el tiempo mi vientre se iba a comenzar a abultar.

En fin no podía esperar para contarle a mi amigo sobre mi bebe, sin embargo tenía que esperar para que fuera todo más seguro.

Después de que termine de contestarle el mensaje a Jason la señora Amelia entró por la puerta acompañada del doctor Damián.

Este último al verme sonrió y me dijo.

—buenos días, Señora Sara Montero ¿cómo amaneció?.

—bien doctor, pero voy a estar mejor ahora que me deje ver a mi Leo.

—de acuerdo señora Montero lo prometido es deuda la dejaré pasar a ver a su esposo.

—doctor Damián de verdad muchas gracias por dejarme estar con él, pero antes que nada dígame como pasó la noche mi Leo.

—estuve toda la noche a lado del señor Montero para monitorearlo de cerca y afortunadamente señora Sara su esposo pasó la noche estable, en estos momentos se encuentra bien todo va evolucionando de manera favorable se podría considerar que está saliendo del peligro.

—ay gracias a Dios mi niño está mejor escuchaste sarita hermosa.

—si doña Amelia gracias a Dios escucho nuestras oraciones y también todo esto es gracias a usted doctor Damián por estar a su lado y cuidarlo.




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