Por siempre nuestro secreto

Capítulo 59 Ciego.

Leonardo 

Eran alrededor de las 11 de la mañana cuando Ricardo me mando un mensaje avisándome que ya había llegado al hospital. 

Le respondí que ya lo estaba esperando también le mencioné. 

Que los guardias ya estaban enterados sobre su llegada así que no tendría ningún problema para acceder a mi habitación. 

En cuanto a mi hermosa esposa ella se encontraba en la casa de mis padres, aproveche que dijo que saldría a tomar un baño pues aunque yo hubiera preferido que se fuera a descansar por el bien de ella y de mi bebé paso toda la noche a mi lado. 

Así que le dije que también aprovechara un poco para descansar y de esa manera también aprovecharía para hablar con Ricardo sin que ella se enterara para no preocupara claro que esto último no se lo dije solo lo pensé para mi mismo. 

Realmente estaba impaciente por hablar con Ricardo tanto que se me estaba haciendo eterno el tiempo de espera. 

Sin embargo, mi tiempo de espera estaba por terminar pues tocaron la puerta y se escucho la voz de Ricardo que decía. 

—buenos días, Leonardo ¿puedo pasar?. 

—buenos días, Claro que si te estoy esperando. 

Fue así cuando por la puerta se apareció Ricardo quien inmediatamente al verme me dijo. 

—hola Leonardo de verdad me alegro tanto que ya hayas despertado es un gusto verte despierto. 

—muchas gracias Ricardo es muy bueno volver a la realidad. 

—que bueno porque de verdad debes estar despierto bien sano para proteger a Sara y a tu angelito. 

—por supuesto que si aquí estoy para protegerlos, pero dime como es que sabes de la existencia de mi bebé. 

—por qué tu padre y Sara me lo contaron además descuida en tu ausencia yo siempre estuve al pendiente de tu familia pues sé del peligro en el que están. 

—muchas gracias por eso. 

—no tienes nada que agradecer, ya que Sara me cae muy bien es una gran persona y es muy fácil tomarle cariño. 

—de eso no hay duda mi mujer se da muy fácil a querer, pero bueno ya vayamos al grano y comencemos a hablar sobre lo que nos interesa. 

—está bien si así lo deseas Leonardo comencemos a hablar dime ¿qué quieres saber?, porque me llamaste. 

—pues porque quiero que me expliques como esta eso de que Megan es la autora de los ataques contra mi esposa no entiendo como dices semejante cosa sin tener pruebas. 

—así es Leonardo y tal vez no tendré pruebas por ahora, pero las tendré estoy seguro de que fue ella por todo su pasado turbio. 

—¿cuál pasado? Ricardo aquel que te inventaste hace años. 

—y pasado que ni siquiera me dejaste terminar de contarte. 

—no era necesario dejarte terminar desde un principio nunca te creí.

—no le creíste porque tu amor por ella te ciega a escuchar razones mi amor. 

Cuando escuche esa voz inmediatamente voltee hacia la puerta del cuarto donde se encontraba parada mi pequeña Sara quien me siguió diciendo. 

—te comprendo Leo lo se es difícil para ti imaginarte que la mujer que amas sea capaz de algo así, pero creo que es momento de que abras los ojos y escuches a Ricardo. 

—Sara mi pequeña ¿qué estás haciendo aquí?. 

—Ricardo me aviso que venía para acá para hablar contigo así que me di prisa para tomar un baño rápido para estar aquí para cuando hablaran. 

—pero ¿por qué hiciste eso Ricardo?. 

—antes de que le reclames algo a el mi amor dime ¿por qué?, no podía decirme o mejor aún porque tú no me comentaste nada de esta conversación. 

—porque es una conversación de la cual se supone que tú no tenías que enterarte, ya que se tocarán temas que podrían alterarte pequeña y podrían hacerle daño al bebé. 

—pues que clase de asuntos van a hablar mi amor no te preocupes yo estoy bien prometo no alterar me además creo que sobre de lo que van a hablar ustedes yo ya estoy enterada. 

—¿cómo dices?, pequeña. 

—así es mi amor debo confesar que Ricardo y yo hablamos sobre todas las fechorías que ha hecho Megan mientras tú estabas inconsciente. 

—es en serio Ricardo te atreviste a meter a mi esposa en todo esto. 

—Leo antes de que le reclames algo a Ricardo debes saber lo único que Richi ha hecho todo este tiempo es cuidarme mientras tú estabas inconsciente inclusive me defendió de tu amada Megan. 

—¿cómo que te defendió?. 

—así es Leonardo yo, llegue en el preciso momento en el que Megan estaba por pegarle a Sara. 

—¿por qué? Megan iba a hacer eso. 

—pues porque la corrí de aquí no tenía nada que hacer en este lugar además yo le di una bofetada porque estaba hablando mal de mi abuelita y tú sabes ella es una de las cosas más sagradas que tengo. 

—lo sé lo que Megan hizo no estuvo bien. 

—así es no estuvo bien también empezó a decirme que quien debía de estar en esa cama debía de ser yo y no tú. 

—¿por qué?, dijo eso. 

—pues que porque según ella la prensa estaba divulgando que el atentado era para mí y no para ti porque yo estaba metida en negocios ilícitos cosa que es como lentamente falsa pues en ninguna nota mencionan eso. 

—fue en esa parte que yo saque mis propias conclusiones de que no hubiera manera de que Megan supiera que el atentado no era para ti Leonardo si no para Sarita a menos que estuviera involucrada fue entonces cuando decidí que era momento de hablar con tu mujer y contarle todo. 

—así es Ricardo me contó todo lo que hace tiempo ya te había contado, pero tú no quisiste creer porque el amor te ciega. 

Después de que mi esposa dijo esas palabras me quede unos minutos en silencio pues todo esto para mí era realmente una sorpresa tenía mil cosas en mi cabeza era como si me encontrara en otro mundo, sin embargo, de repente fui sacado rápidamente de el cuándo Sara me dijo. 

—mi amor ¿qué paso por favor di algo? 

—no sé que decirles realmente me cuesta mucho creer que Megan sea capaz de algo así, sin embargo, tienen razón no había manera de que ella supiera esa información pues el comandante me dijo que nadie sabía eso de hecho me dijo que ni tu pequeña sabías.




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