CUANDO DOS ALMAS ESTAN DESTINADAS A ESTAR JUNTAS EL MUNDO CONSTRIBUYE A UNIRLAS. A PESAR DE TODAS LAS VISICITUDES QUE HAN ATRAVESADO SHAMARA Y DEAN, SUS DESTINOS ESTAN UNIDOS. ACA LES DEJO OTRO CAPITULO QUE ESPERO QUE LO DISFRUTEN. NUEVA VEZ LES AGRADEZCO QUE SIGAN LEYENDO MI HISTORIA QUE YA ESTA EN SU RECTA FINAL.
GRACIAS ESPECIAL A GLORIA ACOSTA PORQUE GRACIAS A TI VOLVI A ESCRIBIR....
Ya era pasada la media noche cuando Shamara volvió abrir sus ojos después de dos largos meses que su familia vivía una agonía al verla postrada en esa cama sin dar ningún signo de mejoría.
Dean llego con el medico rebosante de alegría porque al fin la mujer que tanto amaba había despertado.
El doctor la examinaba muy exhaustivamente. Le tomó la presión, luego le reviso los ojos con un foquito indicándole que siguiera la luz. Le hizo algunas preguntas de rutina para luego confirmarle que estaba bien y que la tendría en observación.
Mientras el doctor hablaba con Shamara y Dean, éste recibió una llamada de su madre para saber si había alguna novedad de mejoría de la enferma y para su sorpresa Dean le contó la buena nueva del despertar de Shamara. También le pidió que les informara a los padres de ella porque sabía que cuando Shamara preguntara por su bebe se iba a poner muy mal.
Instintivamente Shamara llevo sus manos a su vientre cerrando momentáneamente sus ojos buscando sentir a su bebe, pero no obtuvo respuesta, se sentía bacía.
El doctor intuyendo lo que iba a suceder miró a Dean de forma si le pidiera autorización para contarle a Shamara la pérdida de su bebe.
Shamara al escuchar sus palabras le salió un grito de desesperación, dolor, impotencia. Era su bebe que crecía en su vientre. pero ya no estaba.
- ¡No! Mi bebe no.… no puede ser – gritaba exasperada
El doctor al verla desesperada gritando desconsolada llamo a una enfermera para que le administrara un calmante.
Dean lleno de dolor por ver a su amada sufriendo corrió a sentarse en la cama para tomarle la mano para consolarla y hacerla sentir protegida, que ella supiera que no estaba sola, pero ella no se lo permitió, movió su mano para que él no se la tocara.
Dean no pudo soportar que ella lo culpara de la muerte de su bebe, lleno de tristeza y al mismo tiempo de enojo porque sabía que si Mariela no hubiera inventado tantas mentiras él y Shamara estuvieran felizmente casados y esperando a su bebe.
Dean le había jurado que nadie se iba a volver a meter en su relación, menos que ella volvería a sufrir por las calumnias y mentiras de otra mujer, pero no pudo protegerla. Él nunca pensó que Mariela podía actuar en su contra y menos en orquestar una historia tan creída con el simple hecho de hacerle daño a la mujer que ama con locura.
Si ese accidente no hubiera ocurrido ellos estarían ahora disfrutando de su amor, de los momentos placentero que pasaban juntos y más que nada de ese bebe que ya no existe, pero que les recordaría como la mentira de una persona puede destruir la felicidad de otras.
Momento más tarde llegó la familia de ambos llenos de algarabía y felicidad por la recuperación de su ser amado. Cuando vieron a Dean sentado en una silla con los ojos apagados e hinchados supusieron que Shamara ya sabía la verdad de su bebe.
En la mañana siguiente el sol resplandecía en la habitación y Shamara abría sus ojos luego de dormir toda la noche gracias al sedante que la mantuvo tranquila. Sus recuerdos volvían y con ellos el dolor de su perdida, su madre que estaba a su lado la escucho llorar se acercó a ella con una tierna sonrisa y la tomó de las manos para que sintiera su apoyo y amor.
El día transcurrió y con ello la calma, Shamara estaba mejor, pero no quería que Dean entrara a la habitación, no lo quería cerca.