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SHAMARA
TRES MESES DESPUES *******
Con la intensión de que levantara mi ánimo y saliera del encierro donde estaba sumergida, Sophia me invitó a una fiesta de unos amigos en una fraternidad.
─Tienes que salir de este encierro y hoy vamos a beber… decía Sophia mientras me levantaba a empujones de la cama para que fuera a tomarme una ducha levanta muertos.
─No tengo ánimos para salir a ningún lado ─dije tapándome con la frazada ─¡Estoy muerta! ─grité ─No ves que ya no tengo deseos de nada, que mi vida se acabó, que me siento vacía y que mi corazón esta tan herido que sangra─. dije entre lágrimas.
─Mi loquis, tienes que levantarte y recuperar tu vida, eres una chica muy joven y bella, lo de Dean ya fue. Tienes que tratar de pasar página, no te digo que sea ahora porque tienes que desahogar tu dolor, pero por favor, vamos a la fiesta, sino te sientes a gusto en el lugar nos vamos ─dijo Sophia mientras se sentaba a mi lado para hacerme caritas.
─Está bien, iré, pero no vamos a tardar mucho, ¿lo prometes? ─dijo haciendo pucheros.
Llegamos a la fiesta, el lugar estaba abarrotado de personas bebiendo y disfrutando de una música enloquecedora que se escuchaba por todos lados.
Chicas vestidas de forma muy sexi y yo me sentía un poco incomoda porque vestía unos simples vaqueros blancos y una blusa sin mangas azul cielo, el cabello suelto y muy copo maquillaje.
Sophia fue en busca de unas bebidas para ambas, pensaba pasar un buen rato y olvidar momentáneamente mi melancolía, miraba a todos lados en busca de una cara conocida, pero fue en vano.
Después de un largo rato paradas escuchando música y bebiendo, Sophia se fue a bailar con un chico que era desconocido para mí, pero al parecer se llevaba muy bien con su amiga porque estaban bailando muy pegados.
Me decidí a salir un momento a tomar aire, caminar un poco para despejar la mente, perdida en mis pensamientos escuché una voz conocida que gritaba mi nombre, me giré para ver quién me llamaba y para mi sorpresa era Paul mi ex novio y compañero de instituto.
Lo saludé con cara de sorpresa por verlo en ese lugar y después de durar tanto tiempo sin vernos y recordar que las cosas no terminaron en buenos términos después de su pelea con Dean por mi culpa.
─Hola Shamara ─Me miró con cautela sin saber cómo saludarme, al ver que le regalaba una sonrisa se lanzó sobre mi dándome un fuerte abrazo.
─Hola… Paul… ¿Cómo has estado? ─pregunté un poco desconcertada por su efusivo saludo.
Estuvimos un tiempo conversando y poniéndonos al día de nuestras vidas, Paul me miraba como si estuviera hablando con un fantasma.
─Sin ánimos de dañar nuestra conversación, te puedo preguntar ¿qué te pasa? Porque siempre fuiste una chica muy alegre y ahora estas apagada, desmejorada y como sin vida─. Perdón por mi sinceridad.
─He tenido algunos problemas de salud, pero nada de importancia ─respondí.
Volvimos a la fiesta donde todos estaban borrachos y muchos tirados en los sofás. Miré de reojos a Paul preguntándome si no sentiría algún resentimiento por mí, después que lo rechace y lo dejé tirado en la fiesta de mi cumpleaños, con una sonrisa disipé ese pensamiento.
Buscaron por todos lados a Sophia, pero ni rastro de ella por ningún lugar. Paul fue en busca de bebidas para ambos, pero ya no me sentía a gusto y quería marcharme, a volver a mi encierro y dolor.
Me disculpé con Paul para marcharme, pero éste me pidió que le permitiera llevarme a mi casa y como no andaba en mi coche, sin mucha emoción acepté con la cabeza dándole una tierna sonrisa, aunque no me agradaba mucho la idea de que Paul me llevara a casa, me sentía un poco mareada y con mucha hambre, no había comido nada desde temprano y ya pasaban de las doce de la media noche y a eso agregarle que hacia un poco de frio.
Caminamos un poco hasta encontrar el coche que estaba estacionado lejos del lugar de la fiesta, nos montamos, abrochamos nuestros cinturones de seguridad sin decir una sola palabra en todo el trayecto.
Paul estacionó su coche en frente de la casa, se bajó para abrirme la puerta como el caballero que era.
─Me dio mucho gusto volver a verte ─dijo pasando su mano derecha por mi cara; poniéndome un poco incomoda.
─Gracias por traerme a casa y también me dio gusto verte─. Respondí.
Me despedí rápidamente.
─Espera ─dijo Paul ─¿por qué huyes de mí?
─No huyo de ti, solo me trajiste a casa, es tarde y estoy muy cansada ─dije con voz pausada.
─Shamara yo aún te quiero conmigo, lamento mucho como terminaron las cosas entre nosotros, pero sabes que siempre estuve enamorado de ti, éramos la envidia de muchos en el instituto y sé que lo estropee todo y luego tú me despreciaste ─Mirándome con cautela, me acariciaba la mejilla izquierda esperando una señal de mi parte.
─Paul, lo nuestro es imposible, ya lo sabes… el dio un paso hacia mí, en respuesta yo di otro hacia atrás.
─Pudimos ser una pareja perfecta ─murmuró con voz ronca ─Pero no me tomabas en serio y yo creyendo que ibas aceptar volver conmigo el día de tu cumpleaños.