Capítulo 16

Estacioné el Mustang de Josep después de dar varias vueltas por el estacionamiento del centro comercial buscando un lugar vacío, había tenido que prácticamente rogarle que me lo prestara, asegurándole que lo cuidaría con mi vida y que nada malo le sucedería, aunque después de mis últimos sucesos me encontré un poco preocupada por no poder cumplir del todo mi promesa, rogando porque nada malo le fuera a suceder a su auto, siendo más cuidadosa y manteniéndome mucho más alerta al conducir.

Bajé revisando que todo estuviera en perfecto estado con el Mustang, caminando hacia la entrada luego de corroborar que las puertas estuvieran cerradas, cuando recibí un mensaje de Josep.

“¿está todo bien hasta ahora con mi bebé?”

“estoy bien qué lindo por preguntar” le respondí.

“jaja graciosa, me refiero a mi auto”

“tranquilo, justo hoy no tengo algún delirio de Rápido y Furioso, prometo llevar sano y salvo tu auto”

“más te vale”

Guardé mi celular en mi pequeño bolso negro, atravesando el estacionamiento para dirigirme hacia la entrada cuando escuché el fuerte chillido de unas llantas, cuando voltee vi un auto negro acercase rápidamente hacia mí, me sentí congelada sin poder moverme cuando vi el auto cada vez más cerca, mi cerebro me decía que debía moverme, pero era como si mis piernas no lograran responderme, quedándome completamente estática en mi lugar sin que el auto tuviera intenciones de bajar la velocidad.

Pensé que en cualquier momento sentiría el impacto del auto contra mi cuerpo, cuando de repente un fuerte jalón en mi brazo me hizo quitarme del camino.

- ¿acaso estás loca? -me dijo Camila a mi lado, sosteniéndome aún del brazo mientras el auto pasó a toda velocidad frente a nosotras, casi rosándonos- ¿Por qué te quedaste parada ahí? Casi te arrolla ese auto-

-yo…yo…- tartamudeé sin poder formar ninguna frase, podía sentir como el aire había abandonado mi cuerpo, sintiendo toda la situación en cámara lenta como en las películas.

- ¡dato curioso debes aprender a fijarte al cruzar una calle o un estacionamiento, ese auto casi te mata y sólo te quedaste ahí parada! - me gritó.

-lo siento- me disculpé, aunque no sabía exactamente porqué me estaba disculpando, sólo podía pensar que había estado a punto de morir.

-sólo trata de tener más cuidado- me dijo dándose la vuelta para seguir con su camino.

-Camila… gracias por salvarme- le hablé sabiendo que si ella no me hubiera quitado del camino quizá en estos momentos estaría tirada y llena de sangre sobre el pavimento.

-que no seas mi persona favorita, no significa que voy a dejar que te hagan puré frente a mi- me dijo deteniéndose para voltear a verme- aunque no entiendo porque el auto ni siquiera se detuvo cuando te quedaste parada y sólo continuó- y justo ahí me di cuenta que esto quizá no había sido sólo un accidente, aunque debía mantenerme calmada posiblemente estaba siendo demasiado paranoica.

-no lo sé- le respondí.

-cómo sea- me dijo continuando con su camino.

Escuché mi celular sonar, era un mensaje, pensé que era Hellen preguntando donde estaba, pero era un número desconocido.

“la próxima vez que atravieses una calle tal vez no tengas tanta suerte” leí, esa era definitivamente mi confirmación de que lo que acababa de suceder no había sido para nada un accidente.

Me quedé unos minutos parada en el mismo lugar tratando de asimilar todo lo sucedido ¿era la misma persona que me había perseguido y arrojado la fotografía de Brooke por mi ventana? Estás amenazan eran oficialmente directas, la persona que había enviado el mensaje estaba detrás de mí y quería hacerme daño.

Escuché mi teléfono sonar trayéndome de nuevo a la realidad, por un momento sentí miedo de que fuera nuevamente el mismo número que me había enviado el mensaje con la amenaza, pero cuando vi el nombre de Hellen en la pantalla me sentí más tranquila.

-hola- respondí de manera monótona.

- ¿Dónde estás? -me preguntó Hellen.

-estoy en el centro comercial-

- ¿en dónde? Yo estoy también aquí-

-estoy en el estacionamiento, ya voy ¿en qué parte exactamente estás? -le pregunté comenzando a caminar.

-estoy por el comedor-

-te veo ahí- le dije colgando.

Encontré a Hellen sentada en una banca distraída mirando su celular.

-ya llegué- le dije cuando estuve frente a ella.

-qué bueno, ya estuve checando algunas tiendas y... ¿Qué te pasa? ¿estás bien? Estás muy pálida– me preguntó cuando alzó la cabeza para verme.

-Casi me atropellan en el estacionamiento- le dije sintiendo mi corazón aun acelerado.

- ¿qué? ¿pero cómo? ¿estás bien? -me preguntó preocupada.

-estoy bien un auto salió de la nada y casi me atropella, pero Camila me salvo-

- ¿Camila te salvo? –repitió con incredulidad.