Narrador omnisciente:
Donna estaba muy feliz en casa de Skarlette, las tres estaban disfrutando de la pijamada, mientras que Donna sin darse cuenta, con el transcurso del tiempo también iba abriendo su corazón, su corazón en un inicio estaba lleno de temor hacia todo, había dejado de disfrutar y hacer lo que mas le gustaba, se había transformado en un persona diferente de lo que realmente era. Había dejado de lado su escencia por miedo al que dirán pero en estos últimos meses poco a poco volvía a ser ella misma
Mientras las tres chicas estaban en una intensa pelea de almohadas en la sala de aquella casa con el piso cubierto de colchones esponjosos, en casa de Manuel era diferente.
Manuel estaba sumido en una profunda tristeza, pues el lunes tendría que ir a clases y había tomado la decisión de terminar definitivamente con Donna, realmente se había enamorado completamente de ella y en este momento solo pensar que tendría que alejarse de ella le dolía profundamente el corazón.
El insomnio atacaba a Manuel, tenía que decirle muchas cosas a Donna pero no podía hacerlo, se daba vueltas en su cama y no lograba acomodarse, en ese momento se levantó de su cama y se sentó en su escritorio, tomó una hoja de papel y un bolígrafo y comenzó a escribir:
Donna:
Julio/21/2017
En esta carta quiero expresar lo que jamás te voy a poder decir, nunca la leerás, pero quiero hacerla porque de algún modo quiero desahogarme.
Te amo como nunca pensé que podía amar a alguien, en este momento mi corazón se está quebrando poco a poco, tengo que dejarte ir aunque es algo que no quisiera hacer nunca. Te amo tanto que sería egoísta retenerte a mi lado aún sabiendo que estás en peligro. Nunca te hablé de mi padre, no creí necesario que supieras de ese hombre tan cruel, él es el causante de mi tristeza en este momento, estoy hundiendome desde ya por el hecho de ser su hijo, tengo que tabajar con él en algo realmente malo y no quiero arrastrarte conmigo, tendré que hacer cosas que no quiero, cosas tan repugnantes que podrían ser incluso matar.
Perdóname Donna, el Lunes me comportaré como un verdadero imbécil, no tengo el valor de decirte lo que en realidad está pasando, no quiero atormentarte.
Solo espero que tu continúes, que como me lo prometiste sigas siendo la mujer mas valiente de todas, nunca dejes que nadie te rebaje, y aunque ya no estaremos juntos, te prometo en realidad siempre estar contigo, prometo protegerte de todo, jamás vas a volver a sentir miedo mientras yo siga vivo, eres mi primer y estoy seguro único amor que he tenido y tendré.
Te amo
Manuel.
Después de escribir aquello dobló la carta y la guardó en uno de los cajones después de sellarla y empacarla, volvió a su cama y mientras miraba el techo poco a poco fue cerrando los ojos, algo totalmente opuesto que en la pijamada de las chicas.
Para este momento todas estaban muy animadas, riéndose de prácticamente todo.
- Ahora juguemos a decir verdades- propuso Mónica
- Por mi bien- Dijo Donna y Skar asintió
Las tres chicas se colocaron en un círculo muy pequeño que habían formado ellas mismas
- Empiezo yo- dijo Mónica entusiasmada- El hermano de Donna está guapo- dijo rápidamente y luego de aquella confesión tapó su boca
- ¿Que dices?- preguntó Donna riendo, para luego lanzársele encima en forma de juego- él tiene novia-
- Bueno ahora me toca a mí- exclamó Skar separando a Mónica y Donna- ¿Se acuerdan de la vez que la profe de Historia nos castigó por que alguien había dejado una pequeña ranita en el escritorio?- Donna y Mónica se sorprendieron mucho al escuchar aquello- Fui yo- dijo Skar antes de ser interrumpida
- Por tu culpa nos castigaron a todos- exclamaron Donna y Mónica al unísono mientras se le lanzaban encima a Skar mientras reían
- Fue divertido- se defendió Skar- yo creo que valió la pena
Las tres chicas estallaron en risas mientras hacían memoria de lo divertido que había sido
- Te toca- dijo Mónica a Donna
- Que cuando salí de casa y Manuel me pidió que fuera su novia, en realidad me escapé de casa- dijo avergonzada Donna
- ¡¿Quéeee?!- chillaron sorprendidas Skar y Mónica
- ¿Y qué pasó después?- preguntó curiosa Skar
- Me regañaron mis padres, estaban furiosos con Manuel y obviamente conmigo, mi padre llamó a Manuel desde mi teléfono- Donna empezó a recordar aquel momento y su cara comenzó a enrojecerse- y lo regaño- dijo con la voz temblorosa por el bochorno provocado.
Mónica y Skar estallaron en risas.
Así continuaron durante un momento hasta que decidieron ver una película.
- ¿Cuál quieren ver?- preguntó Skar
- ¿Qué les parece ver "Hasta el último hombre"?- propuso Mónica
- Oh si si si- dijeron Donna y Skar al mismo tiempo
Las chicas se acomodaron en aquella sala, trajeron bocaditos y refrescos y comenzaron a ver la película.
#22317 en Novela romántica
#4352 en Joven Adulto
pasadodoloroso, decepcion tristeza, colegio vida estudiantil
Editado: 12.01.2022