Narra Sofía.
Es domingo a la mañana me despierto, salgo de la cama; luego me preparo para desayunar. Tomo mi celular, fuera de mi cuarto, bajo las escaleras; voy a la cocina, preparo unas tostadas con miel y mermelada de frutos rojos, un té, pongo todo en una bandeja, voy al living, me siento en el sofá (que por cierto amo ese sofá) apoyo la bandeja con el desayuno en la mesita, que está enfrente del mismo, junto con mi celular. Prendo la televisión y minutos después, cuando me dispongo a comer; suena mi celular. Es mi madre (ella se encuentra en España resolviendo unos asuntos de una herencia y además aprovecha para visitar a mi hermana Cloeh . Ella tiene 23 años, es más chica que yo; es arquitecta. Vive en un pueblo, con su esposo Flavio (arquitecto igual que ella; tienen una compañía juntos )e hijos Luca, Dylan y Isabell. También visita a otros familiares que se encuentran allí.).Atiendo la llamada.
-hola mamá como estas? Que tal todo por allí?.-le digo mordiendo una tostada
-hola mi niña yo estoy muy bien; qué lindo escucharte. Por aquí todo bien; tu hermana esta hermosa, los niños igual también Flavio, sigue siendo guapo-reimos por ese comentario- te extrañan mucho todos, esperan que puedas venir a visitarlos pronto- dice con nostalgia-tu como estas? Que tal las cosas por allí? El trabajo?.-cuestiona algo inquieta, aunque ya no sea una niña, siempre se preocupa por mi.
-yo estoy bien mamá. Aquí las cosas bien, tranquilas; no te preocupes. El trabajo cansador como siempre, nada fuera de lo normal. Me pone muy feliz que hayas visto a Cloeh y su familia; diles que yo también los extraño; en cuento pueda iré a verlos mandarles besos y cariños de mi parte. Tienes alguna novedad de la herencia como van los tramites?.-le pregunto.
-todavía sin novedades. El abogado dijo que todo está encaminado, que muy pronto todo se resolverá. Es algo complicado porque el dinero está, pero la sucesión de los terrenos, es lo que se complica. Algunos quieren vender, otros no; es muy largo de explicar, básicamente pasa eso. Pero hay que tener paciencia y esperar mientras tanto paso tiempo con tu hermana y el resto de la familia y aprovecho para recorrer los maravillosos lugares.- me cuenta ella. Espero que esto no le este pesando, ni estresando. Voy a hablar con mi hermana, para saber si realmente está bien.
-ya todo se va a resolver mamá me alegra que disfrutes mientras tanto de tu viaje te lo mereces.-le contesto, dándole animos.
-gracias mi niña. Lo sé pronto todo se resolverá.-dice en un tono de resignación.-Quería preguntarte algo.-hace una pausa- te enteraste que tu tío Richard falleció, por un accidente automovilístico? Me pregunta.
-si ayer llamo la prima Karen; me contó que estaba en Italia, para visitar a la tía Clara. Y todo paso, saliendo de un bar, algo ebrio se subió a su automóvil. En el camino no vio, que venía una camioneta; quiso esquivarlo y no pudo. Se estrelló con la misma, dio vueltas y dio con un árbol, fuera del camino. Parece que murió en el acto. No me dio más detalles. Es muy triste todo me imagino el sufrimiento de la tía.-era un hijo para ella, al igual que mi padre. Al morir su hermana, estuvo muy presente en la vida de ellos.
-si eso mismo supe. La tía clara se comunico con migo y me dio la noticia, me dijo que estaba destrozada-dice con tristeza en su voz- tu sabes que él y tu padre eran como los hijos que nunca tuvo. Me pidió que te pidiera, si no le podrías hacer un favor. El encargado del apartamento de Richard la llamo, para comunicarse con tu tío, necesitaba decirle que el contrato de renta, ya había caducado una semana atrás. Y que si no volvía pronto, no se lo iban a renovar; también si no daba respuesta de inmediato; tenía que desalojar el lugar para ponerlo en renta nuevamente. El dueño estaba presionando y cuando le dijo que murió; le dijo si alguien podría ir a desalojar todas sus cosas, que no eran muchas; antes que el dueño pierda la paciencia y tire todo lo que quedó de Richard a la basura.-hace una pausa- Mi niña podrías ir tu? No te sientas presionada, pero sería de gran ayuda. -me dice mi madre.
-está bien mamá no te preocupes yo me encargaré. Terminó mi desayuno; organizo unas cosas y me ocupo de todo. Solo envíame por mensaje la dirección; en cuanto tenga todo listo, te avisaré para que tanto tú como la tía, estén tranquilas.-respondo. Escuchando un suspiro de alivio.
-gracias mi niña sabía que podía contar contigo,-dice alegre- de acuerdo, en seguida te envío la dirección. Ahora me tengo que ir me esperan; Cloeh y Flavio con sus padres, para un tour en unos viñedos. –Dice toda entusiasmada.-Te amo mucho hija y te extraño cuídate si nos estamos hablando pronto.- me dice con mucho cariño.
-yo también te amo y extraño mamá; disfruta tu viaje y mandarles mis saludos y cariños a todos.
-adiós mamá besos hablamos pronto.-digo finalizando la conversación.
-adiós mi niña. - dice cortando así la llamada.
Dejo mi celular en la mesa; continuo con mi desayuno, mientras me quedo pensando, en lo ocurrido con el tío Richard. Nunca fuimos unidos; mi padre estaba distanciado de él; ya que siempre que su hermano, se metía en problemas. Lo cual era bastante frecuente. Él siempre salía solucionarlo todo, pero llego un punto en el que, estaba cansado de, que no encaminará si vida; no fuera responsable pero cada vez, que mi padre hablaba con él para que cambiara; este siempre se enojaba y terminaban peleados. Aunque por lo poco que supe mi padre cada tanto, recibía una llamada de él para hacerle saber que estaba bien y que no se preocupara. Es una lástima que muriera a los 49 años tenía mucho que hacer, pero bueno su destino fue ese.
Es mejor que ya me cambie y salga de una vez para allí. Llevo las cosas del desayuno a la cocina; limpio todo lo que ensucie y me dispongo a ir a mi habitación, para darme una ducha rápido,.
Salgo del baño; busco que ponerme en el clóset. Agarro unos jeans azul oscuros, una blusa negra ancha con estampa, unas botas cortas, con algo de taco; mi chaqueta de cuero. Delineó mis ojos solo eso; no me gusta usar maquillaje; salvo en ocasiones especiales. Me gusta estar al natural. Termino de alistarme; busco mi mochila, las llaves de mi motocicleta y las de mi casa (así es soy una mujer motociclista; amo mi vehículo se dos ruedas) por último tomo mi celular. Lo guardo en el bolsillo de mi mochila y salgo rumbo al apartamento sin antes ver la dirección que me envió mi madre por texto.