Porqué eres mía

Capítulo 4: Una pesadilla

Me dolía mucho, no podía aguantar todo el dolor que siento ahora mismo, siento que en cualquier momento me voy a desmallar; después de que el Alpha había dicho que yo sufriría mientras según él su Luna sufría, no me hubiera imaginado que el Alpha se lanzará sobre mí y me diera la paliza de mí vida mientras que nadie hacia nada, solo se quedaron ahí mirando ya que nadie podía justificar lo que hacía el Alpha excepto el Ministerio Licántropo, pero ahora no había nadie quien me defendiera.

Ya me dolía toda la cara y el cuerpo por el pesado y enorme cuerpo del Alpha encima mío, hasta que sentí mi cuerpo desfallecer y cada vez ver todo borroso más y todo más oscuro. Me había desmallado...

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Cuando abrí los ojos no podía recordar nada y veía todo borroso moviéndose, hasta que se me aclara un poco la vista y pude divisar unas rejas que salían del suelo hasta llegar al tacho si era techo, si es que se le puede llamar techo a eso y ahí fue cuando recordé todo; intente levantarme pero al hacerlo mi cuerpo comenzó a temblar, me dolía todo el cuerpo, no puedo describir todo el dolor que siento ahora y un sabor amargo se instaló en mi garganta y tenía mucha sed, mis labios estaban secos y había sangre en ciertas partes de mi cuerpo. Intenté contactarme con mi loba, pero nada me estaba empezando a asustar y mucho.

Hice otro impulso por levantarme hasta que lo logre, mis pasos eran temblorosos, pero tenía la suficiente fuerza como para poder moverme y al llegar a las rejas las tome en mis manos, estás empezaron a quemarme, las rejas eran de plata y la plata puede ser mortal especialmente en los lobos, gemí por un nuevo dolor que tengo ahora.

- ¡Despertó! - se escuchó un hombre hablar, pero no podía asomarme, cuando un hombre se puso en frente de mí - ¡Tú! - Me señalo.

- ¿Qué quieres y que hago aquí? - Pregunte y esté empezó a carcajearse.

- ¿Cómo no sabrás que haces aquí si tú fuiste la que puso en peligro la vida de la Luna? -escupió esté con odio.

- ¡Ja!, entonces ¿qué hacías tú con la sangre de la Luan por tú cuerpo y cómo la has encontrado? -

La encontré en el bos...- Fui interrumpida.

- ¡SILENCIO! - Se escuchó un grito desde un poco lejos y luego unos pasos- Sácala y llévala junto al Alpha- fue todo lo que dijo para luego volver a irse.

Esté hiso lo que le mandaron, abrió las rejas y trajo unas cadenas con sigo para colocarlas por mis pies y manos y con otra cadena más atrás de mí para que me ataje por si intentara escapar, pero como intentaría escapar si tengo rejas de plata, seguramente millones de hombres lobos esperándome afuera y si espera de eso el Alpha seguro me encontraría y acabaría con mi vida en ese instante, -"si, grandes razones para escaparme"- pensé.

Caminamos por un largo rato pasando por varias celdas más y en silencio y de vez unos gritos desesperantes que erizaban toda mi piel y me ponía la piel de gallina.

No sabía a donde me dirigía pero pude confirmarlo cuando llegamos, era un lugar cerrado con grandes y altas murallas, el piso era de tierra, en el centro había un gran y grueso poste que iba del suelo hasta el techo y por el poste había unas cadenas, unos cuantos hombres más se acercaron a mí me despojaron de mis cadenas para luego literalmente arrastrarme por el piso hasta llegar a unas de las cadenas del poste y colocarme estás por las manos, me estaba asustando más de lo normal y no sabía que pensar miraba por todos lados pero salo había paredes y unos hombres y una puerta y una caja enorme que se encontraba con un candado enorme, gire para volver a ver a los hombres que solo me miraban sin ningún tipo de expresión cuando escuche un chirrido voltee mi cabeza para ver que la puerta por donde había entrado, entraba el Alpha y en su rostro se mostraba un evidente enojo y desesperación, fijó su mirada justo en mí y me estremecí, el Alpha cuando se enoja puede causar mucho temor sin duda alguna.

No dijo nada solo paso de largo para acercarse a la caja, lo seguí con la vista y esté saco de su bolsillo una llave para acto seguido meterlo en la cerradura y destrancarla y de está saco... ¡LATIGO!

Ahora si me siento realmente asustada y no sé qué pensar ¿Me va pegar con eso?, ¿por qué?, ¿que hice?, fueron las preguntas que se instalaron en mi mente en este instante, se escuchó otro chirrido y un portazo y pude identificar que la puerta se cerró y solo había un hombre parado en donde habían estado los hombre anteriores... -¡AAHHHH!- Solté un grito al sentir algo fino pegarme haciendo que caiga al suelo de inmediato sentí algo escurrirse por mi espalda cuando volví a soltar un grito ahogado de dolor al volver al sentir esa cosa fina tocar mi piel con gran brusquedad.

- ¡Esto es por poner en peligro la vida de Mí Luna! - recibí un latigazo y solté otro grito, pero más fuerte que antes, mire el suelo abajo de mí había sangre y pude identificar que era mía por que más gotas de sangre se resbalaban por mí espalda y caían al suelo. - ¡Esto es por dejarla en estado de coma! - otro latigazo y otro grito desgarrador de parte mía- ¡Esto para que aprendas a no meterte con Mi Luna!, ¡Esto por que no puedo tocarla!, ¡Esto porque no la puedo ver sonreír!, ¡Esto por que no la puedo abrazar! y ¡Esto por cada gota de sangre que derramo! - con cada latigazo que recibía un grito desesperado salía de mi boca y cada una más fuerte que la otra.

Me ardía, dolía y me sangraba toda la espalda y el resto de mi cuerpo, estaba recibiendo esté castigo injustamente y cuando no fue mi culpa, mis lágrimas caían por montón por todo mi rostro mientras que el Apha seguía dándome latigazos cargados con odio puro ya no aguantaba más este dolor cuando un realmente fuerte latigazo hiso que arqueara la espalda y soltara un grito que seguro se escuchó por toda la casa del Alpha o en donde nos encontrábamos, cuando no pidió más y volví a ese oscuro mundo donde no sentía nada ni a nadie.




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