Porqué eres mía

Capítulo 17:

NARRA ARENEA:

 

-Lo encontramos - Habló uno de los guardias. -Pero... - Susurro nuevamente.

-¿Pero? - pregunte alzando ambas cejas.

-Lo vampiros lo tienen encerrado. - Bajo su cabeza temiendo a ser regañado.

Miré al Alpha y este se encontraba mirando al guardia de forma neutra, suspire devolviendo mi mirada a la Luna Samanta que estaba dormida en la camilla, sí, estabamos en el hospital, luego miré a su hijo y él solo miraba al suelo como si la respuesta a todo esto lo encontraría allí.

Desde hace dos días que la Luna Samanta a estado en cama y no a despertado, necesitamos al Alpha Willy para que se recupere.

-Bien, prepara a los mejores guerreros y esperenme en la afueras de la manada en veinte minutos, también quiero a dos guerreros aquí para que la cuiden. - Me apunto.

-¡Sí, Alpha! - Dijo el guardia y salió de la habitación como alma que lleva el diablo.

-No necesito guardias - Dije con simpleza y sin mirarlo.

-Pero mientras estes bajo mi cuidado lo tendrás. - Dijo firme.

Se levanto de su lugar y se fue en dirección a la puerta.

-¿A dónde irá? - Pregunte con el ceño fruncido.

-A traer a Willy. - Sin decir nada más salió de la habitación cerrando la puerta detrás suyo.

Suspiré nuevamente cansada, me levanté y salí por la puerta dejando a la Luna Samanta y a su hijo en la habitación.

Me siento cansada, frustrada, estresada y con unas ganas de dormir por una semana entera, está fue la única noticia buena que recibimos sobre el Alpha Willy, pero aún no me siento tranquila por qué lo tienen los vampiros, y eso es malo.

Camine hasta la salida del hospital cuando dos hombres fornidos se ponen frente a mí.

-Luna Arenea, el Alpha nos mandó a cuidarla. - Hice una pequeña mueca de desagrado, no quiero tener que ser perseguida todo el tiempo.

-...Bien... - Me limité a una palabra ya que no quiero parecer grosera, luego seguí mi camino.

La verdad, no sé a dónde ir, solo quiero deshacerme de todo este estres que siento ahora, creo que no fue tan buena idea venir aquí después de todo, pero cómo que me ayudar pues aquí estoy.

Y estos guardias tampoco ayudan, me siento demasiado incómoda con ellos detrás de mí y mirandome, a pesar de ser solo una Omega no necesito que me protejan, sé defenderme y soy muy agíl, pero supongo que el Alpha piensa diferente.

La situación en la que se encuentra la Luna Samanta no ayuda tranquilizarme para nada, ella necesita al Alpha willy, si no viene pronto, ella puede morir.

-¡Luna Arenea! - Escucho como grita uno de los guardias.

-¿eh? - Los miro y ellos están a metros de mí.

-Luna Arenea, en este momento nos encontramos en territorio de los vampiros, por favor, volvámos. - Me sugiere.

-¿Territorio de vampiros?... Pero, sí... - Miré a mí alrededor y efectivamente estabamos en un bosque y según el guardia, en un territorio de vampiros. - Pero, ¿Cómo? - Susurre.

-Desde que salió del hospital usted comenzó a caminar rápidamente y al parecer sin rumbo fijo, no queremos que le suceda nada, volvámos, por favor. - Me explica.

-Está b- Me interrumpieron,

-Pero mira a quién tenemos aquí. - Se escucho la voz de un hombre entre los árboles que me erizó la piel.

Luego de eso aparecieron frente a nosotros cuatro vampiros y todos muy parecidos, los guardias se acercaron rápidamente a mí y se colocaron en posición de pelea.

-¡Alejénse! - Grito el guardia a mi derecha.

-¿O qué? - Lo reto un vampiro y los guardias comenzaron a gruñir. - Entraron sin permiso y sin nunguna solicitud a nuestro territorio... Y pagarán por eso. - 

Luego de eso los cuatro vampiros comenzaron a rodearnos y caminar en circulo encerrandonos, los guardias hacian todo lo posible para no perder de vista a ninguno de los vampiros y que no los atacara, pero los vampiros eran demasiado rápidos, uno de ellos se acerco velozmente y ataco al guardia a mi derecha mandandolo al suelo cerca de mí, el guardia se apresuro a levantarse y transformarse atancando así de nuevo al vampiro.

Ahora los otros tres vampiros se acercaron al otro guardia que se transformó rápidamente y se defendio, todo paso tan rápido que apenas me dio tiempo de reaccionar y salir corriendo, sinceramente no sé a dónde voy ya que no sé por dónde vine, todo es mi culpa, si no me hubiera distraido tanto no estaríamos en esta situación.

De pronto siento como me golpean en la espalda y caigo inmediatamente al suelo golpeandome el hombro con una roca, me doy la vuelta y veo a uno de los vampiros.

-No intentes escapar querida, no será tan malo. - Se acerca más a mí y es ahí cuando puedo verlo mejor, es el vampiro que secuestro a la Luna Samanta, intenté retroceder, pero un árbol me lo inpidió. - ¿Te acuerdas de mí niña? - Sonrió malicisoamente cómo la primera vez que lo vi. - Pagaras todo lo que me hiciste. - Borró su sonrisa y quizo acercarse a mí, me levante rápidamente y volví a correr más rápido que antes.

El vampiro de un salto se colocó frente a mí, me detuve a gruñir involuntariamente, el chico saco sus colmillos y me aprisionó en un árbol, antes de que pudiera hacerme algo le di un rodillaso en sus partes bajas, él retrocedio retorciendose y sosteniendo sus "cosas".

Nuevamente salí corriendo, pero eso solo duro unos minutos, ahora no solo tenía a un vampiro frente a mí, si no los cuatro, comencé a retroceder por miedo hasta chocar con otro árbol.

-*Malditos árboles* - Pensé.

Para mi suerte volvieron a aparecer los dos guardias y nuevamente comenzaron a luchar contra los vampiros, pero está vez no corrí y la verdad no sé el por qué, solo me quedé observando la pelea, se veía realmente interesante, nunca antes había visto una pelea por lo que no tengo tanta experiencia como estos guardias y vampiros que al parecer, saben bien lo que hacen, abrí los ojos de la impresión al ver como uno de los guardias recivia un golpe en el estómago.




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