Alejandro
Tiene razón, soy un completo idiota.
Si claro. Entonces le hubieras dicho a tu noviecito que te trajera, capaz le hubieras pedido que él que se acostara contigo, por que eso es lo que quieres, de seguro que te le ofreces a todos, te haces la muy digna, pero en el fondo eres una.......
¿Cómo le pude decir algo así?
Tiene razón en estar enojada y dolida. La heri mucho, dije cosas sin sentido, cosas de las que ahora me arrepiento por completo.
Ella se va dejandome solo en su habitación. Supongo que lo que quiere es que me valla de una maldita vez de su habitación, de su casa, de su vida. Me debe de odiar mucho en este momento.
Cojo una almohada y la lanzo con fuerza contra la pared. Nesecito desquitar mi frustracción y mi enojo conmigo mismo de alguna manera.
Cuando me canso de lanzar las almohadas, me siento en su cama y mi mirada va hacia la ventana, justo hacia la casa de mi tío.
Un horrible recuerdo regresa a mi mente:
Era el cumpleaños de mi madre y habian hecho una fiesta para celebrarlo, yo solo tenía 10 años en ese momento.
Todo estaba muy bien, yo jugaba con mis primos en el jardín y mis padres estaban adentro de la casa, todo estaba bien, todos nos divertiamos. Pero de la nada escucho muchos gritos.
Salgo corriendo hacia adentro de mi casa y encuentro a mi padre golpeando a un amigo suyo. Lo estaba matando practicamente o al menos eso quería. Ahí fue donde mi tío se interpuso y los separó.
Todos los invitados se fueron y mi madre no dejaba de llorar. Y aquí comienza las consecuencias, de las cuales todas las sufre mi madre.
Como siempre, mi padre aprovechaba que no había nadies, más que un estupido niño, al cual manejaba a su antojo y sabía que no iba a hacer nada.
-Ya callate maldita sea, todo esto es tu culpa-Le gritó a mi madre, yo me encontraba detrás del sofa observando todo, completamente callado. Bueno, mi padre creía que estaba durmiendo.
-No es mi culpa, yo no le he dado ninguna clase de confianza a tu amigo, él se quiso propasar conmigo-Dijo mi madre en un hilo de voz, el miedo la invadía.
-Tú eres una cualquiera-La sujetó del cabello con fuerza y mi madre chillaba-Te le ofreces a todos. Pero a mi no me vas a ver la cara de estúpido, me entendiste-Cada vez levantava aún más su voz y mi mamá en vez de defenderse, solo asentaba y lloraba.
Y yo......yo no hacia nada.
-Vas a aprender que conmigo no se juega-Despues de esas palabras la golpeo, la golpeo hasta que se canso. Mi madre se desmayo por unos minutos, pero luego reacciono.
A mi papá le intereso una mierda como había dejado a mi mamá, él solo se fue a su cama a dormir y la dejo tirada en el suelo.
Yo como siempre, me quedaba con ella, a esperar que reaccionara.
Cuando despierta, se encarga de limpiar sus heridas, preferia no ir al hospital por que no quería que nadie se entere que su marido era un maldito cobarde.
Recuerdo que esa noche tuve una platica muy extensa con mi madre.
-Tú no vas a ser como tú padre, tú no puede ser así-Susurró con la voz débil y temblorosa, luego me abrazo.
-¿Por qué dejas que mi papá te haga esto?-Pregunto con inocencia.
-Por que lo amo hijo y es tu padre, sé que el va a cambiar, sé que me ama, solo que es muy impulsivo-Esa fue su respuesta.
Y ahora esta muerta por creer que él la quería, aunque sea un poco.
En ese momento no entendía a que se referia, pero ahora ya la comprendo y me parece lo más estupido del mundo.
Si, mi madre amaba demasiado a mi papá y él no merecia eso. Pero lo más tonto es que mi máma nunca haya perdido las esperanzas, ella siempre creyo que mi padre algún día cambiaria y dejaría de ser violento con ella. Pero mi padre ni la amaba, hasta una amante tenía y no entiendo por que, mi madre era una mujer muy hermosa, lo complacía en todo.
¿Qué nesecidad de conseguir a otra mujer?
Y si, de algo estoy seguro es que mi padre no amaba a mi máma, creo que ni siquiera sentí algo por ella.
-Yo no sere como él mamá-Le aseguro y ella sonrie con sinceridad.
-Llegara un momento en que te enamoraras hijo, y vas a ser muy feliz. Cuando quieres a alguien sientes que esa persona lo es todo para tí-Me comentó sobre el amor.
Yo solo la escuchaba con mucha antención.
-Prometeme que nunca vas a tratar a nadie así-Me pide y yo asiento.
-Te prometo que nunca tratare mal a ninguna mujer, y vas a estar orgullosa de mì mamá-Le afirmo y ella sonrie complacida.
-Te amo hijo-Volvemos abrazarnos y cierro esa promesa.
-Te decepcione mamá-Susurro para mí mismo.
Si, la decepcione, le prometí que nunca trataría mal a ninguna mujer. Sin embargo, le hago daño a todas.
Y le hice daño a Adriana, le dije casi las mismas palabras que mi padre utilizaba con mi mamá.
Prometí que yo no sería como mi papá, eso me prometí a mi mismo y no lo he cumplido.
Y sí, soy un impulsivo al igual que mi padre, siento que me parezco mucho a él. Me le parezco demasiado, pero no quiero ser como él, no quiero hacer lo mismo que él, no debo ser como él, él es el peor hombre del mundo, y yo no puedo seguir sus pasos, no puedo decepcionar a mi madre.
Unas lágrimas ruedan por mis mejillas, ni si quiera puedo controlarlas, siento que mi garaganta me duele, me duele hasta el alma. Siento que me estoy convirtiendo en alguien de lo peor, soy un maldito egoista. Me estoy convirtiendo en el ser que más odio.
En mi padre.
No quiero convertirme en un clón de mi padre, no lo debo ser.
-¿Qué te sucede?-Su voz me regresa a la realidad, estaba tan metido en el pasado que ni siquiera me había dado cuenta que ella ya había regresado.
La miro por un momento y luego regreso mi mirada hacia el horizonte.
-Nada-Seco mis lágrimas.
-Nadie llora por nada-Insiste y se planta al frente de mí.
Yo continuo sentado y levanta mi cabeza obligandome a mirarla.