Alejandro
-¿Te quedas conmigo esta noche?-Pregunto esperando una respuesta rápida y conciza.
-No, Alejandro-Exclama-Para empezar no debí acostarme contigo. Estoy volviendo a cometer el mismo error-Afirma con tanta seguridad que asusta.
¿Error?
¿Le parece que hacer el amor conmigo es un error?
Se levanta de la cama, mientras enrrolla la sabana en el contorno de su cuerpo, lo cual me parece un tanto divertido verla como se cubre el cuerpo sabiendo que lo conozco a la perfección.
Luego empieza a buscar su vestido, el cual esta tirado en alguna parte de la habitación. Pero no sabría decir en donde exactamente.
Fue sensacional quitarselo, tanto que no me importo dejarlo por cualquier rincón.
-¡Mierda, Alejandro! ¿Donde dejaste mi vestido?
Yo me encojo de hombros y le sonrio con los labios apretados.
Me pongo de pie para no seguir escuchando que reniega y me coloco el boxer. Esa prenda la encontré rápido porque la deje al lado de la cama.
No quiero que se vaya, pero soy conciente que no puedo obligarla a que me crea. Sé que lo que lo que le dije fue algo díficil, y no podrá perdonarme tan fácilmente. Sin embargo, estoy dispuesto a todo para que ella vuelva a ser mi novia.
Le ayudo a buscar su vestido, observo minuciosamente por toda la habitación, hasta que logró visualizarlo debajo de la cama.
Lo recojo.
-Loca histérica, ya lo encontré-Le comunico a Adriana, la cual esta como loca buscando todo su vestuario.
Se acerca rápidamemte y me arrancha el vestido de las manos.
-Ahora falta mi ropa interior-Se pasa las manos por el cabello mientras piensa en donde puede estar.
Me mira como pidiendo que le ayude a buscar.
-A mí ni me mires-Levanto las manos-Ya encontré el vestido, ahora tú busca el resto-Me hago el desentendido.
-Malditaseas Alejandro, eres una mierda-Lo que dijo sono como insulto, pero a mí me pareció gracioso, por eso suelto una carcajada-¡No te rías idiota!-Me ordena-Esto es serio. Nesecito encontrar mi ropa interior, sino no puedo irme.
-Pues sería lo mejor, te quedarías a pasar la noche conmigo-Adriana me mira mal.
-Vete al carajo, no volvere a pasar la noche contigo nunca. ¡Es más! No me volveré a acostarme contigo.
Puede que sus palabras sean duras y fuertes. Puede que todo lo que dice sea verdad, quizas sea verdad. Pero me niego a creerle, prefiero seguir pensando que lo dice de la boca para fuera y porque no ha creido ninguna de mis palabras.
Así que trato de controlarme y guardar todo el coraje que traigo dentro por sus palabras. Respiro ondo como 3 veces creo.
Me acerco delicadamente hacia ella que sigue con la sabana enrollada en su cuerpo.
¡Esto es absurdo!
-No te me acerques-Advierte señalandome con su dedo índice-Sé lo que piensas hacer, pero no caeré en tu juego otra vez, no esta vez-Sonrió por su comentario.
¿Me estas retando, chica?
Claro que sí, me esta retando.
Y además ya sabe lo que quiero hacer. Pero de todas maneras no pienso determe.
Adriana al notar mi mirada retadora, niega con la cabeza. Entonces yo avanzo a pasos firmes y seguros. Pero a la loca histérica se le da por correr dentro de toda la habitación.
Bien, si así lo quieres.
Sigo su juego y voy detrás de ella, haciendole caso a sus locuras. Adriana logra pasar de mí como por tres veces. Pero justo cuando pensaba agarra la manija de la puerta para salir de la habitación. Enrrollo mis manos alrededor de su cintura, pasando por su estomago hasta levantarla.
Adriana se remueve y comienza a lanzar patadas. Pero no consigue safarse de mí, lo unico que logra es hacerme enojar cada vez más.
-¡Ya basta, Adriana!-Exclamo bastante molesto.
-¡Bajame!-Rebate moviendose aun más rápido.
Camimo hacia la cama, sujentandola fuerte para que no logré su cometido.
La lanzo en la cama y me subo sobre ella. Abro mis piernas dejandola atrapada.
La respiración de Adriana se acelera de inmediato. Además que su cabello esta todo revuelto y algunos mechones se pasean por su rostro.
Sujeto sus manos sobre su cabeza con solo una mano mía. Con la otra mano quito los mechones de pelo de su cara.
-No te atrevas a besarme-Me advierte una vez más.
Si que me conoce, sabe perfectamente lo que quiero hacer. Pero, me encantan sus advertencias, porque siempre me reta con eso.
Paseo suavemente mis labios por sus mejillas. Su piel es tan suave y cálida que muero por besarla una vez más.
Como ya me lo esperaba, Adriana cierra los ojos al sentir mis labios sobre su piel y su cuerpo empieza a temblar.
Justo como lo quería
Llego hasta sus labios y los succiono despacio, guardando en mi memoria cada segundo.
Adriana se deja hacer lo que me plazca, sé que aún me ama y aunque detesto recordar que Gonzalo probo sus labios, no puedo dejar de besarla, no quiero dejar de hacerlo en realidad
Conduzco mi mano libre hacia la sabana y se la quito de encima, dejando al descubierto su hermoso cuerpo.
Ahora pienso hacerle el amor de forma pausada, deseo disfrutar de ella, de su cuerpo.
-Alejan........-Jadea al sentir mis manos acariciando sus muslos.
-Me gusta tenerte así-Susurro sobre su cuello-Nadie te hará sentir de esta manera, tu cuerpo solo responde a lo que yo hago con él.
Ahora su respiración esta siendo más irregular
-Nadie me hara sentir como tú, nunca-Me confiesa y yo sonrio por eso.
Lentamente dejo de sujetarla
Sus manos van directo hacia mi miembro, lo acaricia por encima de mi boxer. Yo gimo al sentir sus delicadas manos pasearse por ahí.
Mi chica se relame.......Esperen,¿Les dije mi chica? Pues si, ella sigue siendo mía, solo mía.
Adriana se relame los labios insitandola a besarla.
-Deberías dejar de jugar conmigo-Dice en solo un susurro, como si estuviera escondiendo su propia voz.