Portal

Entrada.

De pronto despierto en el cuarto donde se estudiaba el proyecto “portal”, me doy cuenta de que este está total y completamente destrozado, como si un horacan hubiese estado acá. Con papeles por  todos lados, utensilios regados de forma peligrosa y las maquinas apagadas y con varias partes rotas… definitivamente era un desastre total, pero lo más sorprendente esta a mis espaldas.

Al voltear me di cuenta de que al cuarto le faltaba una de las paredes, como si esta fuese arrancada quirúrgicamente o por el corte de una guillotina… la pared simplemente no está… y lo que es peor, más allá del cuarto se encuentra una playa tropical. Con plantas desconocidas e increíblemente hermosas. Luego de quedar impresionado por la situación irrealista en la que estoy metido, escucho un gemido de dolor, mejor dicho, varios gemidos de dolor provenientes de las personas que estaban trabajando conmigo.

La más cercana a mi era Marleis y luego estaba Leonardo, así que corrí a ver como se encontraban. Marleis estaba bien, aunque inconsciente y Leonardo ya estaba recobrando la conciencia. —Hey, despierta – le doy pequeñas cachetadas a Leonardo para que responda, pero este siguen intentando despertar…luego de varios intentos me molesto y le golpeo fuerte en la mejilla – ¡Despierta de una bendita vez! – En esta ocasión si regresa en sí y claro que empieza a quejarse conmigo – ¿¡Por qué me golpeas idiota!? – con clara molestia en su cara empieza a regañarme – calla, y mira a tu alrededor… no tenemos tiempos para que estés dormidito – Leonardo me hace caso y observa sus alrededores, no dura mucho en darse cuenta de la anomalía que representa la situación en la que estamos – Intenta ver si hay alguien herido… luego nos preocupamos por lo demás­– aunque Leonardo claramente tenia deseos de preguntar qué demonios sucedía, se abstuvo y fue a revisar a las demás personas tal y como se lo pedí.

Luego intento prestarle atención a Marleis, pero esta ya estaba medio despierta. Así que enseguida comencé a hablarle –Marleis…Marleis, ¿estás bien, te duele algo? – Luego de despertar Marleis se quedo observando el techo por un tiempo de 3 segundos, como si todavía estuviese intentando despertar… pero luego cuando me ve pregunta – ¿Gabriel?... ¿Qué sucedió?... estábamos intentando experimentar con el portal cuando de pronto todo se oscureció– es claro que está confundida así que intente explicarle claramente lo poco que se – Realmente se casi lo mismo que tu, pero observa tu alrededor– Marleis al levantar un poco la cabeza se da cuenta de que el cuarto esta hecho un desastre y sobre todo de la pared faltante y el paisaje que esta después de este. – ¿Dónde demonios… estamos? – Con una cara incrédula Marleis me pregunta – Realmente no tenemos idea, aunque es sensato pensar que el portal nos trago y nos dejo en este extraño lugar –  digo intentando dar una explicación lógica al desastre en el que nos encontramos.

En ese momento varios de mis compañeros despiertan y empieza a murmurar entre ellos de forma agitada… incluso algunos se veían claramente horrorizados y angustiados. Las chicas empezaron a gritar de forma casi que exagerada y Leonardo intenta calmarlas y explicar pobremente la situación. En ese momento Marleis se para y habla en voz alta con la intención de que todos la escuchen – ¡Calma!... todos cálmense y guarden silencio. Este no es momento para entrar en pánico, todos estamos sorprendidos por la situación  y asustarnos no nos ayudara en nada – Marleis era la jefa de investigación y siempre ha tenido talento para tomar decisiones rápida y sobre todo liderar. Aunque yo estoy igual de desconcertado que todos aquí… tengo que decir que escuchar a alguien tan calmada y racional me calma un poco, aunque claro que no todos nos sentimos así.

En ese momento una chica se levanta y empieza a gritarle Marleis con un todo de miedo total… esa clase de personas que solo con hablar complican más las cosas cuando se está en una emergencia – ¡Como quieres que nos calmemos, siquiera sabemos dónde estamos ni mucho menos como regresar! ¡Se supone que este mes me iría de vacaciones con mis hijos! ¡Y ahora estamos en quien sabe donde! – es claro que está desesperada, su nombre es Hibiko Tsukame, es japonesa y es la típica mujer extremadamente callada y educada. Es decir típica asiática, aunque es claro que no sabe cómo responder en tiempo de crisis.

Intente calmar un poco la situación –Cálmate Hibiko, todos aquí estamos en la misma situación… gritar y desesperarnos no ayu… – – ¡Cállate! ¡Tú no entiendes porque no tienes hijos! ¡Nosotros no podremos regresar! ¡Moriremos aquí! – Hibiko me interrumpió y claro que comenzó a decir lo peor que le vino a la mente… esta gritando como loca, total y completamente desesperada.



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En el texto hay: ciencia ficion, otro mundo, supervivencia

Editado: 23.11.2018

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